EDITORIAL Columnas Editorial Caricatura editorial

Ay, los nuevos diputados.../Hora Cero

Roberto Orozco Melo

¡Cómo vuela el tiempo! Parece que fue ayer cuando echábamos cálculos a la cuesta de enero antes de subirla; y henos ahora aquí, cerrando agosto, el octavo mes del año, tres del siglo XXI, y todavía en el empeño de descifrar la mejor forma de conducir a nuestro país por la senda del progreso y la felicidad social.

El lunes primero de septiembre estrenaremos una nueva legislatura federal: 500 padres conscriptos, procedentes de todas las entidades de la República, se amotinan desde ahora en las oficinas del registro de credenciales, dentro de la Cámara de Diputados, para ganar en la moruza de su piñata inaugural los primeros beneficios y entre estos su identificación como legisladores, que les abrirá muchas puertas del Ejecutivo y quizás del Judicial para hacer su lucha en el campo de las transas. Ya ven lo bien que le ha ido al inefable Diego Fernández de Cevallos.

Pero eso no es todo: les darán un paquete que contiene un portafolio, plumas fuentes, laps-tops, tarjetas de presentación en cantidades infinitas y algunos detallitos, como un paquete de boletos de avión para ene destinos que ellos usarán según lo necesiten; habrá también un block de vales de gasolina, no faltaba más y quizás, quizás, aunque no me consta, alguna tarjeta empresarial de crédito para defenderse mientras llega la primera quincena; previamente les habrán tomado la huella del índice de la mano derecha, el preciso dedo con el que votarán al presionar un botón electrónico, con el que pasarán lista de presente, pedirán la palabra y se chuparán al rebañar las salsas, los moles y los guisos del buffet “suyo de cada uno”, en el elegantioso comedero oficial.

Pobrecitos, sólo son 500 entre todos, pero cada cual tendrá un staff de ayudantes, guaruras, choferes, secretarias, asesores, consejeros, redactores, etc., etc., y eso sin contar al personal que estará al servicio de la comisión de coordinación de la Cámara, de los coordinadores de bancada, de la oficialía mayor, de la auditoría general y otra vez los etcéteras.

Resulta imposible imaginar las cantidades de dinero que se van a gastar en el financiamiento de la parafernalia legislativa. Luego vendrán los automóviles -dos por cabeza­ y sin duda no serán minúsculos, sino grandes, coludos y ostentosos. ¿Placa oficial? Quien sabe, parece que se considera “naco” ahora, y el odioso influyentismo habrá de transparentarse a través de los carros escoltas con cristales ahumados. ¿Pero cómo? dirá usted, ¿si hace poco se veía a la mayor parte de estos fulanos en las colas del Metro, en los modestos minitáxis, en los destartalados autobuses, en las fondas y figones de los mercados? ¿Cómo es que ahora son diputados, visten trajes de finos casimires y dibujos escandalosos? ¿Por qué no se bajan la guaripa de la despeinada testa? ¿Por qué intimidan a la sociedad con la perturbadora presencia de sus caderas empistoladas? ¿Por qué confiamos en ellos? Se trata de los procedimientos de la democracia, amigo: los señores fueron elegidos representantes populares por el sistema de representación proporcional, para dejar evidente la integración plural del máximo órgano de decisiones políticas, económicas y administrativas en el país. Son 200 y a los partidos políticos se les hacen pocos para ponerlos a armar relajos cuando haya necesidad en las discusiones parlamentarias. Los otros 300 electos auténticamente por el voto de cada ciudadano van a quedar a la zaga, aunque presidan e integren las comisiones de estudio del procedimiento legislativo, en donde verdaderamente se trabaja.

¿Qué esperamos del Congreso de la Unión? Mucho, pero no debemos hacernos ilusiones sobre la materia. Ya les llegarán las iniciativas que en la 58 legislatura durmieron el sueño de los justos Ya tendrán ocasión de probar si son verdaderos patriotas, responsables y trabajadores. Que ganen lo que

quieran, pero que lo desquiten con trabajo, sin escándalos ni transacciones deshonrosas. El pueblo, la gente pobre, espera mucho de sus representantes. Ojalá y ellos sepan entenderlo.

Leer más de EDITORIAL

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de EDITORIAL

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 46862

elsiglo.mx