Reuters
TEHERÁN, IRÁN.- Aunque Teherán y Washington intercambiaron mensajes cordiales sobre misiles que aparentemente cayeron por error en territorio iraní, la máxima figura política de la república islámica adoptó un tono radicalmente diferente.
En un discurso pronunciado el sábado, el líder supremo, el ayatola Ali Jamenei, jefe de la jerarquía religiosa iraní, criticó el ataque liderado por Estados Unidos contra Iraq y dijo que representaba el "surgimiento de una nueva forma de nazismo".
Las posiciones aparentemente contradictorias denotan una mezcla de sentimientos en Irán sobre el segundo conflicto liderado por Estados Unidos a sus puertas en apenas más de un año.
Aunque la mayoría de los funcionarios iraníes no oculta su odio por el presidente iraquí Saddam Hussein, quien usó gases letales contra las tropas de Irán en la guerra entre ambos países (1980-1988), detestan ofrecer cualquier apoyo a Washington.
"Ellos tienen que decir estas cosas y pronunciar estos discursos. Uno de los últimos pilares de la revolución (islámica) es el antiamericanismo y el antisionismo", dijo un diplomático occidental en Teherán.
Aunque la audiencia nacional de esta retórica podría disminuir entre la desproporcionadamente joven y usualmente prooccidental población de Irán, "es importante para ellos continuar haciendo hincapié en su alegato de una voz líder en el mundo islámico", dijo, por su parte, un diplomático europeo.
"El aumento del sentimiento antiestadounidense en el mundo es algo que los radicales en Irán deben estar observando con gran deleite", expresó el analista político Hossein Rassam.
Sin embargo, pese a la fuerte retórica antiestadounidense, los funcionarios iraníes adoptaron una mesurada y no antagónica posición cuando un depósito de una refinería de petróleo en el suroeste de Irán, cerca de la frontera iraquí, fue impactado por un cohete el viernes en la noche, con el resultado de dos guardias heridos.