Monterrey, NL.- El pitcher veterano Mercedes Esquer Llanes, destacó que uno de sus objetivos es ayudar a los jóvenes pitchers a salir adelante e infundirles la mayor confianza.
El jugador, quien por años estuvo con los Sultanes de Monterrey y ahora defiende la franela de los Broncos de Reynosa, señaló que los jóvenes deben saber que la labor de un pitcher es de gran importancia para el equipo.
"Uno como lanzador tiene que darle la confianza a los demás jugadores para que hagan el trabajo, tanto como lo vean a uno ahí, es como reaccionan ellos, y yo siempre lo he dicho, según el temple que tú tengas en la loma, vas a hacer las cosas", dijo.
Mencionó que aunque en algunas ocasiones las cosas no salen como uno espera, "mientras mantengas un buen temple arriba de la loma y tengas el control suficiente para dominar a los bateadores, creo que van a batallar para hacerte algo".
Destacó que precisamente eso, "es lo que uno trata de hacer todo el tiempo, de implantar su rigor, su carácter y creo que eso es lo que me ha llevado a aguantar tanto ahí".
Sin embargo, indicó que siempre se debe dar crédito al rival, porque es un duelo entre dos equipos, pero aclaró que por su parte, siempre trata de entregarse y hacer lo mejor posible.
Manifestó que en esta temporada su equipo está luchando por hacer las cosas de la mejor manera posible, y aunque se han enfrentado a rivales muy complicados, están peleando por conseguir su pase a los playoffs.
El pitcher veterano del equipo de Reynosa dijo que conserva gratos recuerdos de la organización de los Sultanes de Monterrey, en donde jugó por varios años y con los que logró coronarse campeón, pero reconoció que algo le faltaba dentro de su carrera.
Esquer Llanes, fue parte importante en los playoffs de 1995, cuando junto a los Sultanes lograron el campeonato, pero sobre todo, recuerda el partido en que se enfrentaron precisamente al cuadro de Reynosa, al que vencieron para conseguir su pase a la gran final.
En ese juego, el veterano lanzador blanqueó a los Broncos, y de esta forma ayudó para que los Sultanes llegaran a la final.
"Sí, recuerdo que fue un juego que estaba bajo la lluvia, pero pudimos llevar a cabo el juego, ganamos, en ese tiempo estuve aquí llegué en 1995, mitad del 95 y me quedé hasta el 98", recordó el veterano.
El lanzador ha llegado a la cifra de los dos mil ponches, algo que lo tiene gratamente satisfecho, pero señaló que aún le queda algo más de tiempo dentro del beisbol y que mientras se sienta con deseos y fuerzas para seguir jugando, se mantendrá dentro de los diamantes.
"Yo el año pasado, dije que unas tres temporadas más, pero no sé en realidad ahorita, no sé, tengo salud, tengo ganas de seguir en esto, disfruto todavía el beisbol, estando arriba de la loma, no sé, voy a ver cómo termino esta temporada", expresó.
Agradeció a Dios, el hecho de tener salud, "que es lo más importante para mí, aparte que todavía falta que me mantenga en Reynosa, espero que sí, pero yo voy a tratar de llegar hasta lo más posible.
Reconoció, sin embargo, que en ocasiones se presentan lesiones, "que a la edad de nosotros es más difícil recuperarse", dependiendo de lo grave o delicada de la misma, "pero pues, hasta que el cuerpo aguante vamos a ver qué es lo que nos depara al fin de esta temporada".
El pitcher comentó que los lanzadores veteranos, siempre se mantienen con las ganas de seguir lanzando y estar activos, pero mucho depende de que se mantengan sin lesiones.
"A veces no es de uno, es de Dios que nos cuide, que nos dé muchas cosas para seguir en este ambiente, y es muy bonito estar pitchando, estar todavía habilitados para hacer este trabajo", indicó.
Enfatizó que "mientras Dios me dé licencia y salud voy a seguir en la misma terquedad", comentó.