Ya tienen un aliado los restauradores de arte italiano
Reuters
ROMA, ITALIA.- Los restauradores de arte italiano que luchan por salvar uno de los mayores claustros de frescos medievales en el mundo han hallado un inesperado aliado en un cultivo de ávidas bacterias.
Después de que una cola usada en un intento fracasado de restauración anterior opacó una de las pinturas de los Siglos XIV y XV en el claustro de frescos del cementerio Camposanto en Pisa, los científicos pusieron su atención en una bacteria llamada Pseudomonas Stutzeri, con resultados asombrosos.
“La bacteria realmente nos ha salvado’’, dijo Clara Baracchini, superintendente de cultura de la ciudad toscana. “Resolvió un problema que habíamos tratado de superar por mucho tiempo’’, añadió.
Los 1.500 metros cuadrados de frescos de la “Conversión de San Efisio y Batalla’’, por Spinello Aretino, fueron casi destruidos en un ataque aéreo durante la Segunda Guerra Mundial, y se vieron aún más dañados por los esfuerzos fallidos de restauración, cuando las pinturas fueron retiradas de las paredes y pegadas a lienzos.
En los siguientes años, el pegamento orgánico usado para endurecer dañó pigmentos de las pinturas y resistió todos los esfuerzos para removerla. Los intentos de usar solventes químicos también afectaron a los lienzos.
Pero el revolucionario cultivo de bacterias degradó 80 por ciento de la pega en sólo diezhoras, revelando las coloridas vestimentas de los ángeles de Aretino y al mismo San Efisio.
Los funcionarios de Pisa prevén colocar los frescos en sus lugares originales y abrirlos al público el próximo año.
“Fue la primera vez, pero los resultados fueron grandiosos y pensamos que la técnica podría, eventualmente, convertirse en algo común’’, dijo Claudia Sorlini, profesora de la Universidad de Milán, quien ayudó a desarrollar la técnica.
De hecho, la bacteria Pseudomonas Stutzeri cultivada ya tiene una nueva misión a la vista. Sorlini y un grupo de colegas de Europa intentan usar la bacteria para quitar siglos de mugre de los antiguos monumentos griegos en el sitio arqueológico de Epidauro.