Una mujer de 47 años de edad pereció al ser prácticamente aplastada por el techo del domicilio en el que se encontraba y que se vino a bajo por las malas condiciones en las que quedó después de las fuertes lluvias registradas el miércoles por la tarde.
Juana Hernández Durán estaba en el interior de la casa marcada con el número 120 sur de la calle Hidalgo, sitio en el que se ubicaba una estética de la cual se hacía cargo, pero la noche de anteayer tierra y vigas cayeron sobre ella dejándola sin vida, y fue localizada hasta la mañana del jueves.
La occisa tenía su hogar en la calle Carlos Trujillo número 513 de la colonia Azteca, a la cual no volvió, por lo que la mañana siguiente su hijo de nombre Israel Nava Hernández, quien tiene 23 años, fue a buscarla a dicho inmueble, encontrando a su madre sepultada por tierra y vigas.
La ausencia de Juana Hernández no extrañó a sus familiares ya que comúnmente acudía al local, aunque no lo tenía en servicio, para pasar un rato, puesto que en el mismo tenía muebles y objetos de uso personal.
Para el rescate del cuerpo de la infortunada mujer, se hizo necesaria la intervención del cuerpo de bomberos y una vez que se realizó el rescate, se envió el cuerpo al Servicio Médico Forense para que se realizara la necropsia de rigor.
Casi 200 casas en mal estado
Asegura el director de Protección Civil Municipal, Alberto Castro Rochel, que en la ciudad existen por lo menos 200 edificios dentro del Centro Histórico en malas condiciones y que por su estado podrían sufrir daños considerables.
Señaló que muchos propietarios sólo arreglan las fachadas de las casas pero no el interior, lo que hace difícil de localizar los inmuebles que están en peligro de derrumbarse, como ocurrió la mañana de ayer.
Declaró que en la casa de Hidalgo no se veía humedad o deterioro, pero en su interior se encontraron pruebas de que existían prácticamente cascadas de agua que debilitaban en gran medida la construcción.
“Lo que acaba de suceder debe ser tomado en cuenta como una alerta para que los propietarios de casas antiguas revisen sus hogares”, expresó Castro Rochel.
Estos incidentes se presentan por la falta de previsión y mantenimiento, pero desafortunadamente, precisó, no habían tenido consecuencias de tal magnitud, pues recordó que el último derrumbe que se suscitó fue el de la calle Negrete y no dejó más que daños materiales.
“La lluvia, los años, el frío y la falta de mantenimiento merman la fortaleza de las construcciones”, remarcó el director de Protección Civil.
Invitó a que todos los poseedores de domicilios que sean riesgosos por sus condiciones y por su antigüedad llamen a los elementos de Protección Civil para que hagan una valoración del lugar y así evitar que se presente de nueva cuenta una desgracia.
“Principalmente quienes tienen techos tapados por cielo (mantas) deben analizar su estado, toda vez que estos objetos impiden observar en qué condiciones se encuentra”, indicó el funcionario municipal.