Carlos Acedo Valenzuela secretario general del Infonavit declaró que el crecimiento que ha tenido la industria de la construcción de vivienda en los últimos doce meses ha hecho descubrir la importancia que tiene una oferta suficiente en cantidad y calidad.
El Fovissste ha entregado en lo que va del sexenio 140,000 créditos y para el 2006, se habrán entregado 870,000.
Los créditos del Infonavit y del Fovissste, prácticamente no tienen cartera vencida (es menor del dos por ciento) porque los deudores son cautivos y el descuento de las hipotecas se hace por nómina. Además es un mercado estable, ya que tanto los empleados gubernamentales como los de las grandes compañías, conservan sus puestos de trabajo durante períodos muy largos y muchos permanecen en el mismo trabajo toda su vida (piénsese en los empleados del sector Salud o del sector Educativo), lo que le da una excelente solidez financiera a todo este sector.
Se ha mejorado también la calidad de la construcción, porque ahora se entrega al derechohabiente una carta de crédito, con la que puede comprar el inmueble de su elección, siendo así el beneficiario el supervisor de la calidad de la vivienda que está adquiriendo en los desarrollos habitacionales que están construyendo los organismos gubernamentales, son compañías externas las que hacen el avalúo comercial y auditores externos los que otorgan los certificados de norma de calidad.
El sector privado de construcción de vivienda está también en auge, hasta el punto de que han reducido en un 70 por ciento su dependencia financiera de los organismos gubernamentales. Rápidamente se están bursatilizando y en la actualidad ya hay colocados en la bolsa 11 millones de dólares de las constructoras. Para los planes de este año se requieren entre siete y ocho mil millones de dólares para nuevas hipotecas.
El gran desarrollo de la industria de construcción de vivienda beneficia a cuarenta y dos actividades industriales y cada vivienda de interés social que se construye, genera cinco empleos directos, siete indirectos y cinco permanentes.
La industria maquiladora de exportación espera un crecimiento en sectores considerados como de alta tecnología, como el automotriz, el aeroespacial y el de electrónica. Es indispensable volcar los procesos de fabricación de las maquiladoras hacia bienes con mayor valor agregado y tecnología, no sólo para que esta industria crezca, sino también para atraer nuevas inversiones.
El desarrollo de nuevas tecnologías sucede cada cinco años y en México no se están asumiendo los costos de ese desarrollo.
Por ejemplo, en México se están construyendo televisores análogos, con una tecnología que tiene quince años, cuando hace año y medio que ya están en el mercado televisores de plasma. Cuando se comiencen a producir en México estos televisores de nueva tecnología les quedarán solamente cuatro años de vida, desperdiciando cinco años, por no haber sido previsores. Lo mismo sucede con la industria automotriz, de muebles y hasta de telas.
Para hacer frente al problema, a petición de los maquiladores mexicanos, la compañía “Global Insight”, está preparando un estudio que entregará en un mes. La tesis es que si se flexibiliza el marco fiscal, se concreta el decreto maquilador, se fomenta la cadena de proveedores y se desarrollan nuevas tecnologías, la industria maquiladora puede crecer entre el cinco y el diez por ciento para 2004.
Ya está en la Cámara de Diputados, para su discusión, una ley con una nueva figura industrial. La “Maquiladora concentradora de empresas” que permitirá a las grandes empresas consolidar las actividades de comercio exterior y las operaciones tributarias cono aspectos de logística y de gastos administrativos, representando un muy sustancial ahorro en sus impuestos.
Otro nuevo esquema favorece a las maquiladoras “Confiables y certificadas”. Ya se tienen localizadas, para darles la certificación a unas 300 empresas que manejan 70 por ciento de las exportaciones de la industria maquiladora, la certificación garantiza que están cumpliendo todos los requisitos legales para la exportación, con lo que tendrán paso expedito por las aduanas, con el consiguiente ahorro de tiempo y dinero.