A pesar de todas las amenazas que rondaban en el ambiente, el colapso de la producción agrícola pronosticado para este año por grupos campesinos, no se materializa.
Las exportaciones, agropecuarias de México hacia Estados Unidos aumentaron en marzo de este año, 16 por ciento respecto al mismo mes del año pasado.
De los 360 mil millones de dólares que representan las exportaciones mexicanas, 22 mil millones son de productos agropecuarios.
El único sector que ha acusado el impacto es el de la carne de cerdo. La importación de carne de cerdo americana ha provocado la caída de los precios, así, en la Unión Regional de Porcicultores de Jalisco, han quebrado el 18 por ciento de sus socios. Pero al mismo tiempo, las empacadoras de embutidos de carne de cerdo afirman que si se impone la obligación legal de solicitar permisos previos para la importación de carne de cerdo, es posible que los precios de los embutidos aumenten en un 25 por ciento, debido al desabasto.
Es poco comprensible, que al mismo tiempo disminuya la producción nacional por la invasión de la carne americana más barata, y que el precio de los embutidos aumente por desabasto del producto provocado por un cuello de botella burocrático.
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Como parte de las obras de infraestructura que el Gobierno Federal va a emprender para activar el desarrollo interno del país, está la ampliación del aeropuerto de la ciudad de México.
Ante el rechazo para construir otro aeropuerto que todos conocimos, el nuevo proyecto de ampliación sería para llevar su capacidad a treinta millones de pasajeros-año.
Hay reservas territoriales suficientes para instalar nuevas plataformas de embarque y para mejorar el desplazamiento de los aviones a tierra.
Se sumarían al sistema dos aeropuertos auxiliares, el de Toluca y el de Puebla, con capacidad de manejar diez millones de pasajeros cada uno. La combinación de los tres aeropuertos mejoraría en forma sustancial el manejo de la carga aérea.
Terminado el complejo, podría manejar más de cincuenta millones de usuarios por año.
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Para acelerar la construcción de carreteras el Gobierno acaba de anunciar que el sistema de concesiones será más flexible. El 33 por ciento del costo será aportado por el gobierno, como anticipo a los ganadores de la licitación y el resto lo pondrá la empresa y lo recuperará al explotar la concesión treinta años. Así las empresas tendrán los recursos necesarios para arrancar las obras, facilitando la negociación para concretar el financiamiento, contribuyendo así al crecimiento rápido del mercado interno.
Las concesiones serán dadas a las empresas que demuestren solidez económica y experiencia en el ramo, por lo que se recomienda a las constructoras asociarse con empresas nacionales o extranjeras solventes y seguras.
En el primer trimestre de este año se ejercieron mil 362 millones de pesos en la construcción de carreteras y los recursos comprometidos en licitaciones y revalidación de contratos asciende a siete mil 573 millones de pesos.
Hasta ahora se han terminado seis tramos de nuevas carreteras: en Colima el Trapiche-Entronque aeropuerto; en Guerrero, libramiento de Lagunillas; en Tabasco 20 kilómetros de la carretera Villahermosa-Ciudad del Carmen; en Nuevo León, entronque El Canelo y 30 kilómetros de la carretera Colombia-entronque Ruta Dos; y en Tamaulipas, el libramiento de Ciudad Victoria.