Desde hace unas semanas, la mayor parte de los medios de comunicación están polarizando las noticias, pregonando el desastre de México, comparando nuestra economía con la de China.
Se habla del contrabando diciendo que en ropa, zapatos y juguetes el contrabando chino que llega a México, es de miles de millones de dólares.
Se dice también que muchas maquiladoras están cerrando en México, porque los dueños se las llevan a China.
México, segundo lugar después de Canadá, en exportaciones hacia Estados Unidos, ya perdió ese lugar, suplantado por China, con lo que México ha sido desplazado a un ignominioso tercer lugar.
Del mismo modo México está por debajo de China en inversión extranjera directa, de tal manera que el año pasado por cada dólar que se invirtió en México se invirtieron cuatro en China. Hace unos años la inversión extranjera directa en México superaba por más del doble a la inversión en China.
Todo esto es verdad, pero sólo a medias.
Las maquiladoras están cerrando, pero no únicamente para llevarlas a China, sino también a Centroamérica y a India. Viendo la cosa más de cerca, resulta que ese éxodo se debe a que los salarios, en estos países están muy por debajo de los de México y sí es cierto que hay empresas que se han ido, hay otras que se están estableciendo, porque encuentran en México personal más capacitado y una mayor plusvalía, al incorporar en el proceso partes nacionales.
Es cierto que China ha superado a México en sus exportaciones a Estados Unidos, pero esto no es porque hayan disminuido las exportaciones mexicanas, que siguen manteniendo su ritmo, sino porque las exportaciones chinas se han multiplicado. Es necesario un esfuerzo importante de México para mantenerse como un país exportador de primer orden, debemos sortear los peligros de ser desplazados, aumentando nuestra productividad e incorporando en los procesos de fabricación la tecnología más avanzada. Pero aunque hay riesgos reales en el futuro, no es el momento de rasgarse las vestiduras por un fracaso que no existe.
La inversión extranjera se ha volcado en los últimos años en China, que ha recibido el 38% de la inversión mundial total, pero México estaba hace dos años en el lugar número nueve y ahora está en el tercer lugar superado únicamente por China y por Brasil. El año pasado México contaba con el 10% de todas las inversiones. Este año tiene el 11%. Y si hablamos de números, México ha mantenido los últimos años la inversión externa directa superior a los 12 mil millones de dólares.
Por último, el problema del contrabando chino a México, acaba de recibir atención, en la reunión de Cancún, los representantes de México y de China se comprometieron a crear un organismo de alto nivel, que monitoree las exportaciones de China a México, compartiendo toda la documentación, con el fin de eliminar el contrabando y la triangulación ilegal de mercancías.
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El Fondo Monetario Internacional ha disminuido las expectativas de crecimiento de México de 2.3% a 1.5%, pero con una buena recuperación en el segundo semestre para 2004. El Fondo publica una cifra de crecimiento para México de 3.5%, pese a los cambios de las perspectivas de crecimiento, el Fondo destaca que México pudo sortear con éxito las dificultades que tuvieron otros países latinoamericanos y prevé las posibilidades de desarrollo que se presentan para el país si logra las reformas estructurales en materia fiscal, laboral y energética. Ojalá nuestros legisladores no tiren por la borda la oportunidad, la Secretaría de Hacienda afirma que con las reformas se podrían recolectar más de cien mil millones de pesos suplementarios, lo que permitiría disminuir la carga impositiva excesiva que pesa sobre Pemex, permitiendo con ello su autosuficiencia y crecimiento.
Resulta trágico que siendo como somos un país petrolero, tengamos que estar importando gasolinas, gas y productos petroquímicos, cada vez en mayor cantidad.
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El director de la Universidad de Wharton, reconocida como la número uno en finanzas a nivel mundial, afirma que Estados Unidos y México deben ayudarse mutuamente para afrontar los riesgos de la globalización, insistiendo en que México es fundamental para Estados Unidos en el ámbito del comercio.
Según él la ignorancia que sectores americanos tienen de México, hace que lo consideren como un peligro, pero nada hay más falso. México sigue siendo un país confiable para los inversionistas extranjeros a pesar de los problemas internos por los que actualmente pasa. Cuando se conoce el perfil de gentes como Carlos Slim, un hombre exitoso en sus negocios, los inversionistas americanos confían inmediatamente en el país.
A pesar de que la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico afirma que México está en los últimos lugares en su nivel educativo, los estudiantes mexicanos que estudian en Wharton son de altísimo nivel y la universidad recibe anualmente de 200 a 300 solicitudes de ingreso de estudiantes mexicanos.
¿Será verdad tanta belleza?