El mercado de camiones de carga y de autobuses de pasajeros va en aumento.
La empresa Kenworth ha construido 7,500 unidades en lo que va del año, de las que ha exportado 2000 y el resto ha sido para el mercado nacional, hay que recordar que ya entró en vigor el decreto presidencial que apoya la completa renovación del parque vehicular de carga para hacerlo competitivo y para que el gobierno de Estados Unidos permita el ingreso de los camiones de carga mexicanos, eliminando la excusa que hasta ahora se ha utilizado de no permitir su ingreso por ser inseguros debido a su edad.
La compañía espera crecer un 20 por ciento, si el Gobierno Mexicano deja de legalizar unidades usadas que entran de contrabando al país y si se agilizan los trámites de financiamiento, con garantías compartidas entre Nafin y las financieras de las plantas, para que los transportistas particulares puedan adquirir vehículos nuevos. También es importante encontrar mecanismos claros y rápidos que permitan a las financieras la recuperación de la prenda ante la eventualidad del no pago.
Por otra parte, Mercedes-Benz va a invertir 60 millones de dólares en una nueva planta para el armado de camiones Business Class M2, que son vehículos de servicio intermedio, camionetas de carga y de reparto. Mercedes invierte además 15 millones de dólares en su centro internacional de autopartes, en San Luis Potosí para desarrollo y prueba de nuevos productos y 5 millones más en su programa ambiental de industria limpia. Las ventas de camiones es de carga Mercedes se incrementó este año 19.5 por ciento para el mercado interno y 27.5 por ciento para el de exportación.
De los 13,800 vehículos de carga que espera construir este año el 65 por ciento será para la exportación y el resto para el mercado nacional. En este año, Mercedes-Benz ha fabricado 4,300 autobuses de pasajeros.
Su producción actual es de 25,000 unidades y es para aumentarla al doble en los próximos años. Mercedes tiene dos plantas armadoras, una en Nuevo León y otra en el Estado de México. En esta última está fabricando 70 unidades diarias, la mitad para exportación y la otra mitad para consumo nacional.
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Hace unos meses se comenzó a hablar de la utilización de las líneas troncales de los Ferrocarriles Mexicanos para disminuir hasta en un 35 por ciento los gastos de transportación de las mercancías que provienen de oriente, (China, Japón, Singapur, etc.) con destino a los Estados Unidos. La distancia más corta entre el centro, el este de la Unión Americana y el Océano Pacífico son los puertos mexicanos de Manzanillo, Mazatlán y Lázaro Cárdenas. Descargando los contenedores en Manzanillo, pueden atravesar todo el país, hasta la frontera norte y allí seguir su camino hasta los destinos del centro y este de Estados Unidos. Se ahorra en arrastre, pues la distancia es mucho menor, en aduanas, porque los contenedores pasan sellados por el territorio nacional y en tiempo ya que el trayecto es mucho más corto.
La empresa coreana de electrodomésticos LG, está utilizando un esquema parecido al que se describe arriba: Hasta hace poco, desembarcaba en el puerto norteamericano de Long Beach las partes que venían de Corea, las traía a México a las fábricas que aquí tiene, incorporaba las partes que se producen en el país y regresaba la mercancía ya terminada hacia Estados Unidos, para de allí transportarla a Latinoamérica vía Houston. El mercado de LG se reparte, casi en partes iguales entre México, Estados Unidos y Latinoamérica. En buena parte la compañía triangulaba así porque ahorraba en el pago de impuestos y aranceles.
Ahora utiliza la vía Manzanillo-Reynosa. Las partes llegan a Manzanillo, de ahí se reparten a las distintas fábricas que tiene en el país, donde se incorporan las partes que se producen en México. Una vez terminados los envía y almacena en Reynosa. De allí se exportan a la Unión Americana. Los destinados a América Latina, se llevan de Reynosa a Altamira. Allí se embarcan los electrodomésticos LG, destinados a los países desde Guatemala hasta Perú.
Un fenómeno similar se está produciendo en Lázaro Cárdenas.
Durante los últimos diez años ese puerto fue eminentemente industrial importando mercancías a granel: como carbón, acero y aleaciones tipo ferromanganeso, con un volumen de medio millón de toneladas al mes. En noviembre llegará el primer barco con mercancías para el comercio: textiles, carnes, calzado y bicicletas.
A partir de este mismo mes, el puerto podrá comenzar a recibir mercancías en contenedores, que igual que Manzanillo cuenta con un ferrocarril directo a la frontera norte desde donde se puede exportar hacia el centro y el norte de Estados Unidos y otro a la capital del país, desde donde se puede distribuir hacia todas las regiones de México.
Ya se iniciaron los contactos con empresarios de agencias navieras del oriente, que consideran la alternativa como interesante, sobre todo para desahogar Manzanillo, que comienza a manifestar signos de saturación.
Para que sea una buena opción se está invirtiendo en infraestructura. Por ejemplo se acaban de inaugurar las instalaciones de alta seguridad del recinto fiscalizado, con un sistema de alta tecnología, el primero que se instala en un puerto mexicano.