“Toda reflexión sobre la historia contemporánea termina en una interrogación.”
Octavio Paz
Sonora es un estado muy cercano a mi corazón y al cual viajo dos o tres veces al año. Este pasado fin de semana estuve brevemente en Hermosillo, San Carlos y Guaymas, y encontré a la entidad sumida en una batalla política de una intensidad que nunca había visto ahí. Como la federación entera, y como otros estados de la república, Sonora tendrá este próximo seis de julio una elección muy importante. Pero al contrario de lo que ocurre en otros lugares del país, donde los procesos electorales se están llevando a cabo de una manera relativamente previsible, en Sonora bien puede registrarse una sorpresa importante.
En diciembre del año pasado una encuesta de El Imparcial, el periódico más importante del estado, le daba al candidato priista, el senador con licencia Eduardo Bours, el 63.5 por ciento de las intenciones del voto. El panista y también senador con licencia Ramón Corral —a quien no hay que confundir con el también panista chihuahuense Javier Corral— registraba apenas el 15.3 por ciento de las preferencias. La batalla parecía definida.
En mayo de este 2003, sin embargo, una encuesta del periódico capitalino Reforma señalaba que la distancia se había reducido a siete puntos, 47 para Bours y 40 para Corral, entre los votantes probables. Para contrarrestar el supuesto efecto de la encuesta, los priistas dieron a conocer otros estudios, al parecer hechos a la medida, que supuestamente le daban a Bours una ventaja superior. Ayer, no obstante, El Imparcial publicó un nuevo sondeo que ya coloca al panista Corral adelante con 46 por ciento de las intenciones de voto contra el 41.5 por ciento de Bours. En parte el fuerte desempeño de Corral es producto de la caída del perredista Jesús Zambrano, quien apenas alcanza el 3.2 por ciento de las preferencias, por lo que el voto antipriista no se está dividiendo como en ocasiones anteriores.
Para el PRI Sonora no es un estado como cualquier otro. Se trata, de alguna manera, del lugar de origen del propio sistema priista. De ahí surgió Álvaro Obregón, el militar a quien muchos consideran el verdadero triunfador de la Revolución Mexicana; de ahí procede también Plutarco Elías Calles, quien tras el asesinato de Obregón concibió la idea de crear un sistema político basado en un partido en vez de en una sola persona. También de Sonora era Luis Donaldo Colosio, el candidato presidencial priista cuyo homicidio, 64 años después del de Obregón, marcó el inicio del fin del régimen de partido único. Si la sabiduría popular resulta cierta, y el caballo que alcanza gana, el resultado en Sonora sería sorprendente. Eduardo Bours no sólo tenía una ventaja abrumadora a fines del año pasado, sino que es un hombre de enormes recursos financieros personales. La familia del candidato es dueña de Bachoco, una de las más eficientes y prósperas empresas agroindustriales de nuestro país. Bours fue presidente del Consejo Coordinador Empresarial, lo cual le dio exposición nacional. La gran ambición de Bours, sin embargo, ha sido siempre la de gobernar su estado natal. Hace ya seis años hizo un intento por conquistar la candidatura priista, pero fue una de las víctimas del candado que prohibió la postulación de quienes no hubiesen ocupado cargos previos de elección popular. Tuvo así que pasar por el Senado a partir del 2000 y en el 2002, a pesar de la aparente resistencia del ex gobernador Manlio Fabio Beltrones y del actual gobernador Armando López Nogales, que nunca lo han tenido como santo de su devoción, logró obtener la tan ansiada candidatura. Este fin de semana pasado en Sonora me sorprendió ver que Bours tiene una ventaja quizá de 20 a uno frente a Corral en carteles y espectaculares en calles y carreteras. Hay quien me dice que el candidato priista está recurriendo a su fortuna personal para promover su candidatura, mientras que otros aseveran —sin ofrecer pruebas— que el gobierno del estado le está echando la mano. Lo que no se puede negar es que hay ya una verdadera batalla en Sonora, y que el estado puede entrar este año al vaivén de la alternancia democrática que ha transformado a otros estados fronterizos, como Baja California, Chihuahua y Nuevo León. A cinco semanas de la elección, nunca el PRI había enfrentado una batalla tan desesperada en el estado que puede considerarse como su cuna política.
Vamos a México
Si Marta Sahagún de Fox quería convencer al país que sigue siendo la mujer sencilla de otros tiempos, mal le salió su informe de la fundación Vamos México, con la participación de grandes luminarias del gobierno y un amplio despliegue de protección por el Estado Mayor Presidencial.
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