CHICAGO (AP) .- Beber alcohol leve o moderadamente podría reducir el riesgo de diabetes para las mujeres, según un estudio.
Los descubrimientos de la Universidad de Harvard están fundamentados en un estudio sobre la salud de enfermeras realizado entre 109.690 mujeres de entre 25 y 42 años.
En 10 años de seguimiento, las mujeres que ingirieron entre media copa y dos copas de bebidas alcohólicas por día, mostraron un 58% menos de susceptibilidad de desarrollar diabetes de tipo dos _conocida también como diabetes adulta_ que las que no tomaron nada de alcohol.
Al contrario, aquellas que tomaron más de dos copas de algún licor fuerte por día enfrentaron un riesgo más de dos veces superior que el de las mujeres que no tomaron nada.
Estudios anteriores realizados entre hombres también relacionaron un consumo importante de alcohol con el aumento del riesgo de diabetes.
El estudio aparece en la edición del lunes de Archives of Internal Medicine.
S. Goya Wannamethee, de la Facultad de Medicina de University College de Londres, condujo la investigación como experto invitado de Harvard.
Los resultados del trabajo no son sorprendentes, teniendo en cuenta que otros similares fueron descubiertos anteriormente en mujeres y hombres de mayor edad.
En la diabetes tipo dos, el cuerpo produce una cantidad inadecuada de insulina, la hormona que regula cómo el cuerpo convierte el azúcar en energía.
Se cree que pequeñas cantidades de alcohol ayudan al cuerpo a utilizar mejor la insulina.
Sin embargo, las mujeres jóvenes no deben usar los resultados del estudio como excusa para beber, porque el alcohol puede incrementar el riesgo de contraer cáncer de mamas, dijo el doctor HoAnn Manson, jefe de medicina preventiva del Hospital Brigham de Harvard, que participó en la investigación.
Manson dijo que hay evidencia de que cambios de estilo de vida, como hacer más ejercicios o perder peso, ayudan más a la prevenir la diabetes de tipo dos.
También se ha manifestado que beber moderadamente tiene otros beneficios, como reducir el riesgo de males cardiacos. Pero un consumo importante de alcohol provoca los efectos contrarios, contribuyendo a aumentar la presión sanguínea y a aumentar de peso.