M.V.Z. FERNANDO CRUZ CASTILLO
La deficiencia de fósforo en el ganado caprino
Como lo comentamos en artículo anterior, cuando loas cabras se alimentan en agostaderos, la producción del animal depende en gran medida del contenido de energía del forraje, lo que repercute sobre los requisitos de calcio y fósforo. Para poder determinar con exactitud la deficiencia de fósforo debemos analizar el suelo, el cual debe tener una concentración encima de 12 ppm de fósforo, menos de esta cantidad indica deficiencia.
Otro indicador de deficiencia de fósforo son los forrajes. Sin embargo, en ocasiones no nos damos cuenta de momento, por la capacidad de los caprinos de utilizar sus reservas corporales, que pueden amortiguar la deficiencia del mineral en el forraje por algún tiempo.
Aparentemente los niveles altos de calcio agravan la deficiencia de fósforo. Aun cuando la literatura indica que los rumiantes toleran relaciones Ca:P hasta de 8:1, estos estudios se han realizado con animales en confinamiento en corto tiempo. Los estudios de minerales realizados en México con animales bajo condiciones naturales y expuestos continuamente a distintas relaciones Ca:P, permiten concluir que la relación Ca:P no debe rebasar 2:1 El contenido de calcio en la sangre de los caprinos denota hipercalcemia, probablemente asociada a la deficiencia de fósforo y exceso de calcio en los forrajes. Por esta razón, los suplementos minerales para ganado en pastoreo en la Región Lagunera deben aportar fósforo y poco calcio.
Los signos clínicos más característicos de la deficiencia de fósforo en el ganado caprino son: el apetito depravado o “pica”, el cual es un signo característico, aunque éste es inespecífico. También se puede presentar por deficiencia de cobalto, sodio, fibra, etc. El apetito depravado significa la ingestión de hueso, tierra, piedras, madera, etc.
La deficiencia de fósforo también provoca la llamada “pierna de palo”, la cual se caracteriza por una claudicación o cojera, ésta se manifiesta por crujidos de las articulaciones al caminar y rigidez, que puede ser seguida por cojera. En casos severos, la cabra permanece echada, con intentos de pastorear en esa posición. Si el animal es obligado a pararse, muestra dolor.
Otros síntomas de la deficiencia de fósforo en los caprinos, es la reducción en el consumo de alimento, así como la infertilidad, la cual se asocia a problemas de atrofia de los ovarios de las cabras y a calores silenciosos.