segunda y última parte
Como sus pretensiones son usualmente elevadas, hay una inflación en los niveles superiores, esto conlleva a que los presupuestos dediquen un porcentaje muy alto al “gasto corriente” (sueldos, honorarios, compensaciones, etcétera) y bastante bajo al gasto público.
Por todo esto es que considero tan importante la propuesta del PAN de reducir el “financiamiento público a los partidos políticos”. De lograrse, los obligará a modificar su relación con los medios de información y los electores y a corregir las distorsiones que les impiden dar el brinco a la modernidad (se trata, por supuesto, de una generalización porque es notable el desarrollo desigual de los partidos). Si además logramos una mayor fiscalización de la forma en que gastan sus recursos, daríamos un enorme paso en la construcción de una democracia que funcione.
¿Qué posibilidades hay de que se apruebe la propuesta del PAN? Pocas. No está en el interés de los partidos, o de la mayoría de los medios de comunicación, modificar el orden establecido. Los partidos están acostumbrados a presupuestos enormes y los presiona la coyuntura. El Partido de la Revolución Democrática incluyó en su plataforma electoral el compromiso de combatir los “montos exagerados” pero vive el efecto del déficit incurrido en la pasada campaña.
El PRI y el PVEM difícilmente darán su respaldo. No sólo guardaron silencio en sus promesas de campaña; el tricolor tiene que pagar los abonos de su millonaria multa y la codicia del Verde es de todos conocida. Pese a todo, es posible que los intereses partidistas se hagan a un lado. Ayudaría que los presionemos desde la sociedad para hacerlos entender lo que está en juego. Hay una creciente descomposición del sistema que debe enfrentarse porque alimenta una ingobernabilidad que también los afectaría. Por otro lado, es imposible que la dirigencia del PAN ignorara la multa que el IFE les aplicará en cualquier momento por los excesos cometidos por los “Amigos de Fox” (ahora ex amigos del PAN). Porque aun así abogaron por esa propuesta de austeridad, ¡bien por el PAN!
La miscelánea
Estoy consternado por la trágica muerte en Iraq de Sergio Vieira di Melo, Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos. Mi consternación viene por una vieja amistad y porque fue un ser humano excepcional que pudo armonizar la excelencia diplomática con el compromiso con principios. Comentarios: Fax (5) 683 93 75; e-mail: sergioaguayo@infosel.net.mx1