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Madrid, España.- El primer ministro británico Anthony Blair afirmó ayer que habría dimitido a su cargo en caso de que hubiera sido cierta la historia de la BBC sobre las presuntas “alteraciones” que el gobierno hizo al reporte de armas en Iraq.
“Este era un cargo muy serio... si la acusación hubiera sido cierta hubiera presentado mi dimisión”, afirmó Blair al comparecer en el doceavo día de audiencias ante la corte que sigue el caso de la muerte del experto armamentista David Kelly.
Según la historia de la BBC, que habría estado basada en datos proporcionados por Kelly, el gobierno “tergiversó” la información de inteligencia sobre los reportes de armas en Iraq, con el fin de conseguir apoyo a la guerra contra la nación árabe.
Con esto, Blair se convirtió ayer en el segundo jefe del gobierno británico en comparecer ante una corte por una investigación judicial, el primero fue John Mayor en 1994 por el caso de una supuesta venta ilegal de armas a Iraq, antes de la guerra del Golfo.
El primer ministro, recibido en la corte por un centenar de opositores a la guerra que usaban nariz de Pinocho, denunció que la historia es “completamente absurda” y que daña su integridad, pero que lo más grave es que afecta la credibilidad del país.
Explicó que el reporte de armas fue escrito en su totalidad por el Comité Conjunto de Inteligencia (CCI), dirigido por John Scarlett, con base en datos proporcionada por ese mismo departamento, y que “no había razón para dudar de esa información”.
Apuntó que el director de Comunicación de Downing Street, Alastair Campbell, sólo intervino en aspectos de “presentación” del reporte de armas, pero negó por completo que éste hubiera influido en el contenido del mismo, según su declaración.