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MÉXICO, DF.- El cuidado de la piel es un asunto que tiene que ver con la salud y no sólo una cuestión de belleza, como suele pensar mucha gente.
La epidermis es el escudo natural del cuerpo contra muchos males, pero su exposición a algunos enemigos naturales la hace blanco de enfermedades. Se trata de una cuestión delicada.
Carolina Palacios López, investigadora de la Secretaría de Salud, dice que 16 por ciento de los niños mexicanos padecen alergias cutáneas, por lo que es la primera causa de consulta en la especialidad de dermatología pediátrica en el Hospital General de México.
La especialista explica que hay alergias que atacan desde la cuna, como la dermatitis atópica, que se presenta más frecuentemente durante el primer año de vida.
De no ser atendida, puede prolongar sus manifestaciones hasta volverse un padecimiento crónico, caracterizado por causar piel seca, engrosada con áreas escamosas que provocan comezón, advierte.
La doctora Palacios López señala que la dermatitis atópica aparece en diferentes partes del cuerpo, según la edad de la persona. Por ejemplo, en los primeros años brota en mejillas, párpados, glúteos e ingles; en preescolares y escolares se identifica en los pliegues anteriores de los brazos, así como en los huecos detrás de las pantorrillas, y en los adultos se presenta en manos, cuello, alrededor de la boca y en los párpados.
Algunos de los problemas de la piel son inevitables, pues son una carga genética. De acuerdo con la investigadora, si bien existen factores hereditarios para este padecimiento, estudios realizados por la Asociación Mexicana de Pediatría sugieren que el aumento de este mal se relaciona con los cambios ambientales y con el estilo de vida.
La investigadora de la Secretaría de Salud apunta que no existe adecuada información sobre este problema sanitario y por ello la gente acude a la automedicación administrándose aceites, cremas o ungüentos, lo que agrava más el problema, ya que la piel se lastima y maltrata ocasionando severas infecciones en todo el cuerpo.
Insiste en que la dermatitis atópica, sobre todo en la etapa de la adolescencia, puede derivarse en problemas psicológicos, debido a que la autoestima del paciente se ve disminuida al ser rechazado por la creencia de que este padecimiento es contagioso.
Palacios López indica que existen factores externos que pueden agudizar los síntomas, como los irritantes y los alergenos. Los primeros son sustancias que afectan directamente la piel provocando que ésta se enrojezca y ocasione comezón o ardor, por ejemplo, la lana o fibras sintéticas, jabones, detergentes, perfumes y cosméticos, cloro, aceite mineral y solventes.
En el caso de los alergenos, apunta, son sustancias provenientes de los alimentos, las plantas o los animales, que inflaman la piel debido a la reacción que provocan en nuestro organismo. La inflamación ocurre aún cuando la persona se expone a pequeñas cantidades de irritantes o alergenos por un tiempo determinado, siendo algunos ejemplos el polen, el pelo de gato o de perro.
Recomienda consultar a un especialista ante cualquier lesión que se presente en la piel.