Naciones Unidas, 19 mar (EFE).- El jefe de los inspectores de la ONU, Hans Blix, manifestó cierta frustración por no haber podido terminar la tarea que les fue encomendada al presentar hoy un plan de trabajo cuya puesta en marcha es sólo hipotética ya que ha sido interrumpida.
En su intervención ante el Consejo de Seguridad, el presidente de la Comisión de la ONU para la Verificación, la Inspección y la Vigilancia (UNMOVIC) del desarme de Irak manifestó "tristeza" por no haber "podido dar las garantías necesarias sobre la ausencia de armas de destrucción masiva" y otros productos prohibidos en Irak.
Igualmente lamentó "no tener más tiempo" para completar el trabajo y por "una acción armada que ahora parece inminente".
Por otro lado, se dijo "aliviado" por el hecho de que las Naciones Unidas hayan podido completar ayer con éxito la evacuación a Chipre de su personal en Irak, incluidos los inspectores de la UNMOVIC y del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA).
Blix indicó que los inspectores se preparaban para resolver los temas relacionados con el ántrax y los gases nerviosos VX en Irak en marzo y el de las aeronaves no pilotadas y por control remoto en abril.
Sin embargo, no ofreció un calendario para cumplir la totalidad de las doce tareas pendientes que identifica su documento porque eso correspondería al Consejo determinarlo y porque dependería en gran medida de la "colaboración activa" de Irak en los temas de fondo.
El jefe de los inspectores no llegó a plantear cuál puede ser el futuro de las inspecciones y se limitó a hablar de los planes a muy corto plazo.
Un grupo de expertos permanecerá en Larnaca (Chipre) para elaborar los informes finales de la totalidad del trabajo realizado desde que las inspecciones fueron reanudadas a finales de noviembre pasado, mientras que el resto regresará a sus puestos anteriores.
Los inspectores quedarán a disposición del Consejo, indicó Blix en alusión a un posible retorno, aunque las probabilidades de que esto ocurra son escasas porque, según dijo ayer en rueda de prensa, no han tenido indicaciones de Estados Unidos de que requieran su ayuda en una situación de pos guerra.
En su intervención de hoy, reconoció que el plan que deberían poner en práctica los inspectores en Irak "parece tener relevancia práctica limitada en la situación actual".
Blix, cuyo informe fue mucho menos detallado que en comparecencias anteriores, aprovechó la oportunidad para destacar la calidad de los equipos que estaban encargados de verificar el desarme, especializados tanto en armas biológicas como en misiles.
Asimismo, indicó que se deberían reconocer los esfuerzos de Bagdad en las últimas semanas, en que ha provisto información para responder a temas pendientes de solución, si bien indicó que los datos nuevos presentados por su gobierno "son limitados".
En esta ocasión, la OIEA estuvo representada por su director en Nueva York, Gustavo Zlauvinen, quien se limitó a decir que había transmitido a los miembros del Consejo el programa de trabajo del organismo que "se explica por si mismo".
"El director general estará disponible en cualquier momento en el futuro para debatir con el Consejo" el programa, si el organismo así lo decide, concluyó sin proporcionar detalle alguno del plan.
Cinco ministros de Asuntos Exteriores, casi todos de países que defendían reforzar las inspecciones y adversarios del recurso a la fuerza, participan en esta sesión: Francia, Dominique de Villepin; Rusia, Igor Ivanov; Alemania, Joscka Fischer; Siria, Faruk Al Shara; y Guinea, Francois Lonseny Fall, cuyo país asume la presidencia del Consejo hasta final de marzo.
Los tres miembros que presionaban en favor de una intervención (Estados Unidos, Reino Unido y España) están representados por sus embajadores permanentes ante la ONU.