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Bodas de Oro del padre Beto

En 1953, en Montezuma, Nuevo México, se ordenó sacerdote

TORREÓN, COAH.- Con una solemne misa, el pasado sábado 15 de marzo, el Pbro. Roberto García de León celebró venturosamente sus Bodas de Oro sacerdotales.

Hasta el santuario del Cristo de las Noas subió un nutrido grupo de feligreses, para escuchar la ceremonia de acción de gracias ofrecida en honor del padre Beto –como así lo llaman cariñosamente-; eucaristía que estuvo concelebrada por el señor Obispo emérito, don Fernando Romo Gutiérrez y otros sacerdotes pertenecientes a la Diócesis de Torreón y del Opus Dei; así como de Saltillo, Zacatecas y Nuevo Laredo, Tamaulipas.

A las ocho de la noche inició la misa en la que estuvieron presentes comunidades de religiosas y entrañables amigos del padre Beto, quienes escucharon atentamente la homilía que dirigió el presbítero Sergio Aguirre.

Durante la ceremonia, un coro ejecutó la misa de Mozart, llamada de la Coronación, que hizo de este acontecimiento algo singular.

Finalmente, el sacerdote García de León agradeció la presencia de los concurrentes, quienes llegaron hasta el pie del altar para saludarlo y felicitarlo por su aniversario de vida clerical.

Cena de gala

Una esplendorosa noche... Sí, ésa fue la que se vivió ese día. La terraza de las afueras del santuario fungió como escenario para la realización del convivio que con anticipación preparó el padre Beto, con la colaboración de sus amistades.

Exquisitos manjares compartieron los presentes con finos vinos de mesa, para después deleitarse con un sabroso postre.

El rostro del padre Beto reflejó alegría y satisfacción por su jubileo de oro; asimismo por verse rodeado de sus amistades que lo han acompañado y apoyado durante su estancia en esta ciudad.

Entre las familias que acudieron a esta celebración se hallaban: Cantú Charles, Giacomán Murra, Sosa Vaca, González Duéñez, Ortiz Ramírez, Juan Marcos Villarreal, Fernández Torres, Murra Marcos, Fernández Fernández y Braña Rubio.

También estuvieron las familias González Duarte, Arias Anzures, Pérez de la Vega, Barocio Sada, Berrueto Pruneda y Quintero Pámanes, entre otras.

De esta forma, es como el padre Roberto García de León, muy querido por los laguneros, festejó esta inolvidable fecha que encierra toda una vida sacerdotal entregada al bien de los hermanos, a quienes sirve con eficiencia y lealtad. Su corazón está preñado de gratitud a Dios.

Sus orígenes

El Pbro. Roberto García de León nació en la Ciudad de México, el 20 de agosto de 1919. Fue hijo único; su papá lo quiso dedicar a la actividad tradicional en su familia, la banca; lo inscribió siendo un niño en la conocida en ese entonces como la Escuela Bancaria y Comercial, y después le consiguió un trabajo de “office boy’’ en unos de los bancos de mayor prestigio de la capital de la República.

Pero la banca, no era la vocación del padre Beto. A él lo llamaba el sacerdocio; un día conoció a un misionero del Espíritu Santo y le platicó su propósito; él le dijo, pide permiso y si te lo dan querrá decir que el Señor te facilita el camino.

El permiso fue concedido y el padre Beto se ausentó por un año de su trabajo, sin

perder sus derechos, para ingresar al seminario en Montezuma, en Nuevo México, la prestigiosa institución de Estados Unidos, que los Obispos mexicanos promovieron después del cierre de los seminarios con motivo del conflicto religioso.

En el año de 1953, el entonces Obispo de Saltillo, don Luis Guízar Barragán, consagró a García de León como sacerdote de Cristo en el seminario de Montezuma, Nuevo México.

Debido a sus habilidades para obtener apoyos para las obras de Dios, el Obispo Guízar Barragán decía que García de León pertenecía a la tribu de Isacar, se refería a esto, porque el joven sacerdote tenía fama de ser bueno para obtener donativos y así destinarlos a las tareas de la iglesia.

SU TRAYECTORIA Y OBRAS...

Roberto García deLeón es conocido cariñosamente como el padre Beto.

*Llegó a Torreón en 1956, procedente de Saltillo, Coah., ciudad en la que erigió el templo de Fátima, con el convento adjunto para las madres Capuchinas.

*Fue enviado a esta ciudad para preparar la venida del primer Obispo de Torreón, en esa época, no había aquí sacerdotes Diocesanos.

*Fue nombrado rector de la capilla Los Ángeles, -ya construida-, por el muy recordado don Hilario Esparza, hombre bondadoso quien donó muchos terrenos para edificar recintos religiosos y educativos.

*En la capilla Los Ángeles permaneció por 15 años y de acuerdo al derecho canónico, el padre Beto renunció el tres de marzo de 2002, como rector de ésta ya ahora parroquia.

*Después fue responsable de la parroquia de Cristo Rey, donde permaneció por 17 años, durante su estancia promovió la construcción de la parroquia de la Virgen de la Encarnación de la colonia El Campestre; posteriormente regresó a la parroquia Los Ángeles hasta el día de su jubilación sacerdotal.

*Consiguió el terreno para la construcción del Seminario que se ubicó en el antiguo rancho de la señora Leony, en San Agustín; después se reubicó a donde esta actualmente, sobre la calzada Salvador Creel.

*Fue iniciador entusiasta del movimiento de cursillos de Cristiandad, formador de laicos comprometidos; también trajo a Torreón la Comunidad Eucarística de las madres Capuchinas de Oración Perpetua.

FUENTE: El Siglo de Torreón.

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