MEXICO, D.F., (SUN-AEE).- Parecen árboles sacados del cuento de Gulliver, pero el tamaño de los bonsáis no es equiparable con su tiempo de vida, que puede ser de hasta 25 años.
Todo comienza con la plantación de una semilla o un tronco para en su crecimiento moldearlo y darle la forma a través de alambres de cobre.
"Al sembrar el arbusto se le debe dar una identidad correcta.
Es decir, buscar la forma de que pueda parecerse a un árbol real en pequeño.
"Esto se logra cortando algunas ramas del arbusto o colocando rocas en su extremo y así conseguir que sea un árbol estético", explica Emigdio Trujillo, representante de la Asociación Mexicana del Bonsai y quien ha dedicado más de dos décadas al desarrollo de la técnica de estos árboles miniaturas.
Desde juniperos, hasta pirules y cedros pueden lucir como verdaderas obras de arte miniatura con un mantenimiento sencillo.
"El cuidado de estos árboles no es nada complicado simplemente se riegan diariamente y se les debe dar sol.
"Su poda es constante para mantener un follaje bien distribuido. Esto se puede hacer con pinzas especiales y tijeras de pequeñas dimensiones", dice.
Contrario a lo que mucha gente piensa, el bonsái no va en contra de la naturaleza.
"Una idea común es que la práctica del bonsái es cruel y se piensa que el proceso de miniaturizar un árbol es antinatura.
Cualquier jardinero sabe que la poda de raíces y tallos estimula la formación de nuevas raíces y ramas", aclara.
Finalmente, el experto menciona que el hecho de que el bonsái viva hasta a edad avanzada, demuestra que recibe un mejor trato y cuidados que sus demás congéneres.