MIAMI, EU.- El director técnico de la selección brasileña de futbol que clasificó para la final de la Copa de Oro, Ricardo Gomes, espera que su joven equipo mantenga el rendimiento que mostró en Miami cuando juegue el domingo en la altura de la capital mexicana el partido decisivo.
“Cuando visitamos México para el primer partido sólo habíamos realizado tres entrenamientos, ahora espero que en la final el equipo tenga un rendimiento mejor”, dijo Gomes después de la victoria de su equipo frente a Estados Unidos por 2-1 con gol de oro en la noche del miércoles.
En su debut, por el grupo A, Brasil cayó 1-0 ante México en el estadio Azteca, donde se jugará el domingo la final, y luego derrotó ajustadamente a Honduras por 2-1, afectado en parte por los más de 2,200 metros sobre el nivel del mar de la capital mexicana.
“Ya perdimos con ellos, pero ahora será diferente, aunque me preocupa la altura porque el equipo rindió bien aquí en Miami”, respondió sobre el nivel de sus pupilos en el llano, donde vencieron a Colombia 2-0 y luego al defensor del título, Estados Unidos.
Brasil, subcampeón en 1996 y tercero en 1998 en las otras participaciones que tuvo como invitado de la Concacaf, jugará el domingo la final en el estadio Azteca contra México.
Gomes indicó que no tiene preferencias respecto al equipo que le tocará a su equipo en la final, y señaló que casi no vio jugar a Costa Rica, aunque, aclaró, observará por televisión el partido del jueves entre los centroamericanos y México para analizarlo.
El capitán Kaká y el volante Diego, elogiados por el técnico estadounidense Bruce Arena, coincidieron con la opinión de Gomes aunque el estelar enganche del Santos reconoció que “México es un rival de más peso”.
Con la mente en Atenas
Gomes, zaguero y capitán de la selección de su país en el Mundial Italia 90 y que brilló para Fluminense, Benfica y Paris Saint-Germain, trajo al torneo de la Concacaf a un joven equipo Sub-23 con vistas a los Juegos Olímpicos, título esquivo para la rica historia del futbol brasileño.
“Tenemos que jugar el torneo preolímpico para clasificar para Atenas 2004 y esta es una buena forma de ir trabajando a ese equipo”, explicó Gomes cuando le preguntaron en conferencia de prensa la razón por la cual el pentacampeón del mundo estaba participando con esta escuadra experimental.
Brasil estuvo a sólo dos minutos de ser eliminado, ya que Carlos Bocanegra abrió el marcador para Estados Unidos a los 61 minutos y Kaká empató recién a los 88. Diego definió con un gol de oro, a los diez del tiempo suplementario con un tiro penal tras una mano intencional del zaguero local Cory Gibbs.
“Nosotros creamos muchas jugadas de gol, pero ellos nos complicaron con su juego de pases largos”, reconoció Gomes, quien acertó con los cambios que realizó sobre el final del partido, especialmente con el ingreso de Ewerthon sobre un desdibujado Robinho, quien estuvo lejos del nivel que habitualmente tiene en el Santos.
Por su parte, en la escuadra estadounidense tanto el capitán Claudio Reyna, quien recientemente cumplió 30 años, como el técnico Arena se quejaron del cansancio.
“En el primer tiempo jugamos bastante bien, aunque en el segundo nos cansamos un poco y el gol sobre el final nos ‘mató’”, dijo Reyna en español después del partido.
El volante del Sunderland de Inglaterra, tres veces mundialista y recientemente recuperado de una grave lesión, jugó su partido internacional número 97.
El cansancio de los estadounidenses
Arena, quien asumió la conducción de la selección norteamericana en 1998 después de guiar al DC United a dos títulos de la MLS, reconoció que sus pupilos sintieron el calor y la humedad de Miami, aunque al menos se salvó de jugar en la altura.
“Me hubiera gustado que el equipo hubiese contado con un día más de descanso”, admitió Arena. “Gracias a Dios no tuvimos que jugar este partido en México”, En esta séptima edición, la copa se disputa en tres sedes, Foxboro y Miami en Estados Unidos y el Azteca en México.
A pesar de ganar su grupo, los norteamericanos tuvieron que viajar de Foxboro a Miami, mientras que Brasil pasó del Distrito Federal a esa misma ciudad del estado de Florida, donde se sintió como “local” apoyado por miles de aficionados, y ahora tendrá que regresar al Azteca.
México no se movió de su reducto, donde venció 1-0 a los brasileños, igualó sin goles con Honduras y goleó 5-0 a un equipo de Jamaica que terminó con la lengua afuera después de jugar la primera fase en buen nivel Miami y llegar prácticamente sin tiempo de adaptación al DF.
Esta es la segunda vez que la Copa de Oro se disputa con sedes tanto en México como en Estados Unidos, algo que ocurrió en la edición de 1993 ganada por México con goleada de 4-0 sobre los norteamericanos en el mismo estadio Azteca.
Estados Unidos jugará mañana en Miami frente al perdedor de la otra semifinal, en el partido por el tercer puesto.