EFE
LONDRES, INGLATERRA.- El jefe de la Autoridad Provisional de la Coalición en Iraq, Paul Bremer, desmintió ayer al primer ministro del Reino Unido, Tony Blair, al negar que se hayan hallado pruebas de la existencia de laboratorios de armas clandestinos en ese país.
En su mensaje navideño a las tropas británicas desplegadas en el Golfo, Blair aseguró que el Grupo de Investigación en Iraq (ISG, en inglés) había descubierto “pruebas abrumadoras” de que el presidente depuesto Saddam Hussein intentaba “ocultar armas” mediante una “enorme red” de laboratorios secretos.
Preguntado sobre el asunto en el programa de televisión, Bremer, que no sabía quién había hecho la afirmación, negó tajantemente su veracidad.
“No sé de dónde ha salido esto, pero no es lo que dice David Kay (el jefe del ISG) en sus informes -declaró-. Esto suena a una pista falsa que da alguien que no está de acuerdo con las políticas de la coalición”.
Cuando fue informado de que había sido Blair quien había dado por cierta la existencia de laboratorios secretos, Bremer quiso arreglar la situación.
En realidad -aclaró en el programa-, el Grupo de Investigación ha descubierto “pruebas claras de la existencia de programas biológicos y químicos”, evidencias que “se han hecho públicas” y que demuestran que hubo “violaciones de las resoluciones de la Organización de las Naciones Unidas”.
Para Bremer, la guerra en Iraq está justificada “históricamente”, al margen de que “se hallen o no” las supuestas armas de destrucción masiva.
“Invito a cualquiera que se opusiera a la guerra, estadounidense o británico, a visitar las fosas comunes de Halabjah (Kurdistán), y que me diga después que no hicimos bien en liberar a este país de Saddam Hussein”, manifestó.