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Madrid, España.- La sureste ciudad portuaria de Um Qasr se convirtió ayer en la primera en control total de iraquíes, mientras en la capital Bagdad los representantes estadounidenses anunciaron más esfuerzos para detener la persistente ola de crimen.
Ayer un consejo de 12 civiles iraquíes asumió el control provisional de la ciudad portuaria de Um Qasr, en el sureste de Iraq, en espera de la celebración de elecciones la próxima semana.
Las tropas británicas entregaron el control de Um Qasr al consejo voluntario en una ceremonia, lo que convirtió al puerto en la primera en Iraq devuelta formalmente y por completo a una autoridad civil desde que cayó el régimen de Saddam Hussein en abril pasado.
El pasado cinco de mayo la norteña Mosul eligió a Ghanin al Baso, ex general iraquí de origen árabe como gobernador, y a un Consejo Municipal interino formado por siete miembros árabes, tres kurdos, dos cristianos asirios, un turcomano y un miembro de la etnia Saiba.
Empero en Mosul, la tercera ciudad iraquí, ubicada a 400 kilómetros al norte de Bagdad, el control sigue en manos de las fuerzas anglo-estadounidenses, lo que no sucederá en Um Qasr.
Entre los integrantes del consejo de administración de la ciudad portuaria, donde opera una misión humanitaria española, figuran profesionales y clérigos locales.
El teniente coronel británico Peter Jones, comandante del 23 división del Regimiento de Pioneros y ex gobernador de la ciudad, dijo en la ceremonia de entrega que “la población de Um Qasr se ocupará de los asuntos de su ciudad por primera vez en 35 años”.
Agregó que la mayor parte de los 200 soldados británicos abandonarán la ciudad iraquí en los próximos días, mientras unos pocos efectivos permanecerán ahí para vigilar el orden.
El control británico de Um Qasr, ciudad clave durante la guerra en Iraq encabezada por Estados Unidos, se registró hace siete semanas y ahora los servicios públicos están en funcionamiento.
La entrega oficial de esa ciudad se dio mientras en Bagdad el administrador civil estadounidense para Iraq, Paul Bremer, reiteró que la seguridad es la más alta prioridad y dijo que las fuerzas militares de Washington trabajan en ello.