Torreón, Coah.- Así es, Bruno pertenece a la reconocida dinastía Bichir, pero la fama y los lujos no van con él. Sin ninguna pose asegura no tener dinero, pero eso sí, está lleno de sueños, esos que lo mantienen ocupado y lleno de energía.
“Mi vida se limita a lo más básico; yo no uso joyería, no tengo un auto último modelo, no tengo lujos, es que no me interesa, ocupo mi tiempo en muchas otras cosas”, explicó tranquilamente desde la ciudad de México.
Sabe que ya no es un “chamaco”, en octubre próximo cumplirá 36 años. “A mi edad veo la vida más relajada; estoy más sereno, simplemente dejo que me sorprenda, que me hable y que me empuje”.
Pero al contrario de otros actores, Bruno no tiene miedo de llegar a los cuarenta; lo que le da miedo es no poder realizar todos sus proyectos, “no contar con el tiempo y dinero suficiente -que de hecho no lo tengo- para conseguir mis objetivos. Yo solo vivo de sueños”.
Cargado de ganas de presentar un excelente trabajo sobre el escenario, Bruno ofrecerá esta noche en el Teatro Alberto M. Alvarado el monólogo La Historia del Tigre. En funciones de 19:30 y 21:30 horas, el hermano de Demián y Odiseo contará a los amantes del arte teatral una historia inteligente, divertida y para toda la familia, donde todos los estados de ánimo tienen cabida, pero sobre todo la diversión.
Durante la breve entrevista, su voz dejaba al descubierto la pasión que siente por el cine y el teatro; también le encanta producir y poder presentar historias interesantes que dejen pensando a la gente.
-¿Y la televisión? “La televisión no me interesa, es más no veo televisión. Realmente no añoro entrar a la tele, no al tipo que me ofrecerían, que son las telenovelas. No sé que hay, no sé quiénes actúan en los proyectos televisivos, es que no los veo”, decía con algo de desesperación. Al actor de filmes como Crónica de un Desayuno, Rojo Amanecer, El Callejón de los Milagros y Bendito Infierno le gustaría tener más tiempo para leer o para ver sus películas favoritas. “Por la vida que llevo ni siquiera tengo tiempo de leer; me encantaría leer los textos clásicos o contemporáneos, no como Monsivais (Carlos) que lee tres libros diarios”. Cada día que transcurre, a Bruno le parece que todo lo demás es superficial y que lo verdaderamente importantae es la vida, la esencia. “No busco estatus ni fama, sino lo que me pueda dejar más riqueza interior”.