HECTOR SILLER
Los Bucaneros de Tampa Bay vivieron una temporada de cuento de hadas, iniciaron la temporada sin entrenador en jefe y siendo considerados como una buena escuadra que difícilmente llegaría hasta el Supertazón, y terminaron como los campeones del mundo, y el mismo sector que los criticó, ahora habla de ellos como una futura "dinastía" dentro de la NFL.
Cuando llegó Gruden a la organización, y por las condiciones de su contratación, se encontró con un staff de entrenadores que eran totalmente desconocidos, siendo la única cara familiar la de Monte Kiffin, el coordinador defensivo, pero ahora la cara de Gruden es prácticamente la de los Bucaneros y esta escuadra planea que toda su defensiva y su cuerpo de entrenadores permanezcan unidos por muchas temporadas más, haciendo posible que Tampa sea la nueva dinastía de la NFL.
Gruden ha declarado que la organización hará todo lo posible por conservar todo su esquema defensivo, el cual es responsable directamente por el triunfo en el Supertazón, la organización tratará de retener a todos sus jugadores que se convierten en agentes libres, pero además, los Bucaneros estarán listos para robar estrellas defensivas a los demás equipos, teniendo como única meta no debilitar las filas de los Bucaneros, cuatro jugadores titulares se convertirán en agentes libres, tres de ellos son de la defensiva, quedarán libres para contratarse con cualquiera a partir del 27 de febrero, entre ellos está el jugador más valioso del Supertazón, el profundo libre Dexter Jackson, el cual tratará de llegar a un acuerdo que le permita quedarse en la escuadra, aunque en esta ocasión, el dinero que pretende el profundo será un factor importante para la decisión.
Los Bucaneros tienen una nómina de 76.7 millones de dólares por temporada, pero el tope de la NFL para el 2003 será de alrededor de 75 millones, lo que quiere decir que tendrán que hacer algunas reestructuraciones de contrato para quedarse con los mejores jugadores y respetar el tope salarial, el primer rumor que se escuchó fue que Keyshawn Johnson saldría de la organización pero de acuerdo a los últimos comentarios esto no es cierto y Johnson seguramente se quedará en la escuadra.
Otra amenaza que está sobre los Bucaneros, es que algunas escuadras se puedan interesar en Monte Kiffin para ocupar algún trabajo de entrenador en jefe, se habla de que los 49ers de San Francisco están interesados en él, pero Kiffin parece no interesarle el salir de la organización y después de obtener el Supertazón no tenga nada más que probar.
Otra pieza clave será conservar a Brad Johnson, quien tiene un contrato por cuatro temporadas más, lo que da tranquilidad, este mariscal es clave para que la organización piense en repetir el título en Supertazón, la esperanza de ganar de nuevo se centra en que Jon Gruden es considerado ahora como uno de los grandes estrategas de estos tiempos, ya nadie puede decir que la ofensiva de Tampa es conservadora o bien que es predecible, de hecho, nadie, ninguna escuadra de la NFL, sabe cómo jugará Gruden su siguiente encuentro y esto es una gran ventaja.
Los Bucaneros requieren una gran administración para mantener ganando a su equipo y tratar de establecer una dinastía, la ultima que existió como tal fue la de los Vaqueros de Dallas de los noventas, después de ellos nadie ha podido considerarse dinastía, aunque definitivamente hay escuadras que se han mantenido en los primeros planos y que seguirán ganando.