Reuters
NUEVA YORK, EU.- Estados Unidos lanzó una campaña diplomática para evitar que se convoque a una sesión de emergencia de la Asamblea General de las Naciones Unidas para condenar la guerra contra Iraq, dijeron ayer diplomáticos.
El grupo de países no alineados en la ONU se reunió previamente esta semana para analizar el llamado a una sesión de emergencia de la asamblea de 191 naciones para denunciar la acción militar de Estados Unidos.
Pero el grupo de 166 países, liderado actualmente por Malasia, no llegó a un acuerdo debido a que algunos de sus miembros consideraron que quizás era una acción prematura ya que la guerra no había comenzado, dijeron diplomáticos.
Desde el comienzo de la invasión a Iraq, el miércoles, el grupo no se ha vuelto a reunir. Pero “hay muchos países que están hablando de eso”, dijo el embajador de Siria ante la ONU, Mijail Wehbe.
Diplomáticos atribuyeron las diferencias entre el grupo de los no alineados a la influencia diplomática de Estados Unidos y dijeron que muchos países tenían temor de ofender a Washington y desencadenar posibles represalias.
“Estados Unidos está presionando a muchos países para que se opongan”, dijo el presidente de la Asamblea General, el checo Jan Kavan, en referencia al rechazo del llamado a una sesión de emergencia.
Los diplomáticos estadounidenses se oponen a la sesión y, si eso fracasa, harán gestiones para evitar que se someta a votación una resolución que condene a Estados Unidos, dijo Kavan a periodistas.
En Washington, un funcionario del Departamento de Estado confirmó que Estados Unidos estaba tratando de explicar que una sesión de emergencia “no serviría a los intereses de Estados Unidos”.
“Pensamos que nuestra posición es convincente (no para llamar a una sesión) sino porque la situación todavía se está desarrollando”, dijo el funcionario.
A diferencia del Consejo de Seguridad, cuyas resoluciones son vinculantes bajo las leyes internacionales, la Asamblea General sólo puede hacer declaraciones políticas expresando el sentir de la comunidad internacional.
Pero una resolución de la Asamblea General criticando la acción militar liderada por Estados Unidos sería muy humillante tanto para Washington como para Londres.
A pesar de los esfuerzos de Estados Unidos, Kavan dijo que pensaba que era “muy probable”, aunque todavía “no una certeza”, que la sesión especial se convoque la próxima semana.
Si finalmente no se hace el llamado a la sesión o si una resolución propuesta en ese foro es rechazada, “será una clara victoria de Estados Unidos”, agregó.