Reuters
Washington, EU.- Las expectativas de que Washington logre convencer a sus principales clientes de que reanude las compras de hasta 3,200 millones de dólares en productos cárnicos, son generadas en momentos en que los precios parecen estabilizarse.
En la Bolsa Mercantil de Chicago, los precios de la carne registran una caída de 14 por ciento frente al punto en que se encontraban antes de que el Departamento de Agricultura anunciara el 23 de diciembre que una vaca Holstein en el estado de Washington había contraído el mal.
?Creo que la situación aún no se define. Si encontramos que otro animal lo tiene, eso llevaría al mercado un poco más bajo?, dijo Bob Wilson, analista de HedgersEdge.com.
La administración Bush enfrenta una mayor presión política por la aparición del primer caso de vacas locas - enfermedad también conocida como Encefalopatía Espongiforme Bovina (EEB) - luego que algunos demócratas instaron al gobierno a prohibir que la carne de animales que hayan estado enfermos antes de ser sacrificados entre a la cadena de alimentación de los seres humanos.
Aún cuando los investigadores del departamento de Agricultura de Estados Unidos han dicho que considerarán una variedad de cambios a las actuales regulaciones, ellos aseguran que la vaca enferma provino de Canadá.
El animal aparentemente nació en abril de 1997, algunos meses antes de que ambos países prohibieran el uso de productos cárnicos en los alimentos de las propias reses.
Funcionarios de Estados Unidos tienen esperanzas de que la edad de la vaca enferma y su procedencia ayuden a calmar a los consumidores de que sus productos están libre de riesgos.
Dos legisladores demócratas respaldaron el lunes una propuesta del Senado para detener la expansión de la enfermedad, a través de prohibir que la carne de reses que están demasiado enfermas para caminar sea vendida para consumo humano.
Las exhortaciones se producen justo cuando el republicano Bush se prepara para contender por la reelección en 2004.
El senador demócrata Byron Dorgan instó al gobierno a respaldar una enmienda aprobada por el Senado el mes pasado ?pero eliminada de la legislación final por la Cámara de Representantes? que prohibiría a las plantas de sacrificio estadounidenses usar ganado enfermo para el consumo humano.
El lunes, un grupo de productos lácteos del estado de Washington dijo que el Departamento de Agricultura (USDA por sus siglas en inglés) podría ordenar el sacrificio de la manada en la que estaba la vaca enferma, si se determinaba que otras también estaban infectadas.
?Podría no ser una situación en la que toda la manada sea sacrificada, pero es una posibilidad?, dijo Steve Matzen, gerente general del Consejo Lácteo del estado de Washington. ?Pero probablemente confiaremos en el USDA, pues ellos toman esas decisiones basados en la ciencia?.
La enfermedad de las vacas locas destruye el cerebro de los animales infectados, causándoles la muerte. Los humanos pueden contraer una variante del mal, conocida como enfermedad de Creutzfeldt-Jakob, si han consumido cerebros, médulas espinales o partes del sistema nervioso central de los animales infectados.
Al menos 137 personas murieron de ese mal después que la enfermedad de las vacas locas afectara al ganado de Gran Bretaña y otras partes de Europa hace una década.
Las autoridades agrícolas de Estados Unidos han insistido en que no representaban un riesgo para los consumidores las 10,000 libras (4,536 kilos) de carne vacuna recogida en varios estados, que estaban vinculadas a la vaca infectada y a otras 19 reses sacrificadas el nueve de diciembre.