El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, participó hoy en la celebración del natalicio de Martín Luther King, que coincidió con el segundo aniversario de su llegada a la Casa Blanca.
Bush y su esposa Laura, estuvieron presentes en una ceremonia religiosa que se realizó en la ciudad de Landover, en el estado de Maryland, donde indicó que su gobierno esta a favor de la defensa de los derechos civiles y la diversidad racial.
La presencia de Bush en las ceremonias del natalicio de Luther King, se dio también en medio de la controversia que creo su decisión de oponerse a la llamada Acción Afirmativa, que garantiza la equidad racial en las universidades públicas.
En su breve discurso ante la congregación religiosa y junto a líderes de la defensa de los derechos civiles de la comunidad afroamericana, el presidente de Estados Unidos indicó que su país continua sufriendo estragos de los prejuicios étnicos.
"En nuestra sociedad hay gente que sigue haciendo daño, hay gente que todavía tiene prejuicios (raciales), hay sistemas escolares que no elevan a cada niño a un nivel con el cual puedan aprender", declaró el mandatario estadunidense.
El 74 natalicio de Luther King, quien fue asesinado en 1968, además de coincidir con el segundo aniversario de la presidencia de Bush, se da en medio de masivas protestas en todo el país por los planes del mandatario de iniciar otra guerra con Iraq.
El fin de semana pasado, miles de personas realizaron marchas pacíficas, como las que encabezaba Luther King, para expresarle a Bush su rechazo al uso de la fuerza militar para acabar con un régimen que no comulga con sus ideales.
En la ceremonia religiosa en honor a la memoria del legendario líder de la comunidad negra de Estados Unidos, Bush cantó los salmos y los himnos a la paz que profesó Luther King, aunque su gobierno sigue usando un lenguaje bélico con Iraq.
"Es adecuado que en una iglesia rindamos tributo a este gran estadunidense, porque de la iglesia sale la noción de la equidad y la justicia, y aunque se han logrado progresos, aun tenemos mucho por hacer", enfatizó Bush.
Pese a la imagen de jusiticia que quiso presentar Bush ante los líderes afromaericanos, la gran mayoría de los miembros de las minorías étnicas lo consideran a él y a su partido, el republicano, como los más racistas el clan político.
Esta visión se fortaleció más con la decisión de Bush de retar ante la Corte Suprema de Justicia al programa social de Acción Afirmativa, y por los escándalos raciales que han causado las declaraciones de algunos líderes del partido republicano.