WASHINGTON (AP).- De cara a una cumbre que busca rescatar de un probable fracaso su propuesta de resolución sobre una guerra en Iraq, el presidente George W. Bush dijo el sábado que vendrán días cruciales para los países interesados en promover la seguridad y evitar una tragedia.
"Los gobiernos están mostrando ahora si sus ofertas declaradas en favor de la libertad y de la seguridad son sólo palabras o convicciones de que están preparados para actuar", dijo Bush en su mensaje radiofónico semanal, quizás a unos cuantos días de que comience una intervención militar.
El mensaje, concentrado en una detallada lista de las presuntas atrocidades del líder iraquí Saddam Hussein, antecedió a una visita de un día por parte de Bush hacia el otro lado del Atlántico, donde conversaría durante algunas horas con el primer ministro británico Tony Blair y el presidente del gobierno español José María Aznar.
Los tres aliados, en una cumbre programada a toda prisa para el domingo, buscan un camino para romper el estancamiento en las Naciones Unidas, donde ha surgido poco apoyo para la nueva resolución que introdujeron a fin de autorizar el uso de la fuerza en Irak.
En una entrevista con la cadena árabe Al-Yazira, la consejera en seguridad nacional, Condoleezza Rice, consideró que el encuentro en las Islas Azores representaría "un último intento para ver si podemos convencer a la gente de que asuma sus responsabilidades".
Bush ha prometido que buscará una votación en el Consejo de Seguridad de la ONU, incluso sin apoyo suficiente, pero la Casa Blanca decidió postergar esta semana la toma de una decisión en el organismo internacional, ante una derrota casi segura de la moción norteamericana.
Algunos funcionarios estadounidenses dijeron que cualquier oferta contemplada por los líderes proporcionaría casi seguramente una breve ampliación del plazo del 17 de marzo fijado por la resolución para que Hussein elimine sus armas de destrucción masiva.
No obstante, algunos diplomáticos de Estados Unidos y otros países consideraron más probable otra alternativa: Blair, que enfrenta presiones internas por su postura sobre la guerra, y necesita protección política de su aliado norteamericano, pediría a Bush y Aznar retirar la propuesta de resolución, en vez de arriesgarse a una derrota casi segura.
En su mensaje, Bush instó a los radioescuchas y a los miembros indecisos del Consejo de Seguridad para que "nunca pierdan de vista los hechos fundamentales sobre el régimen de Bagdad", encabezado por Hussein, a quien consideró un "dictador despiadado".