WASHINGTON, EU.- El presidente estadounidense, George W. Bush, dijo ayer al presidente de Liberia, Charles Taylor, que debe abandonar ese país y señaló que estaba viendo la manera de poner fin a casi 14 años de violencia en la nación de África occidental.
El conflicto de Liberia resalta en la primera gira que Bush efectuará a África, la próxima semana, en momentos en que se presiona a Estados Unidos a que, dados sus vínculos históricos con ese país fundado por esclavos libertos procedentes de Norteamérica hace 150 años, actúe para poder solucionarlo.
El secretario general de las Naciones Unidas, Kofi Annan, Gran Bretaña, Francia, los países de África occidental y miles de desesperados liberianos han solicitado que Estados Unidos envíe una fuerza de pacificación.
"Estamos explorando todas las opciones acerca de cómo mantener la situación pacífica y estable", dijo Bush a los periodistas en la Casa Blanca. "Una cosa debe ocurrir (...) es que el señor Taylor debe abandonar el país".
Diplomáticos de las Naciones Unidas dijeron en Nueva York que Taylor ya ha rechazado un oferta de asilo por parte de Nigeria, que no tiene una legislación que obligue a una extradición a Sierra Leona, donde el presidente liberiano, siendo un caudillo militar, habría cometido los crímenes de guerra.
Taylor ha pedido que se retire la acusación contra su persona y dirigentes de África occidental han sugerido que eso podría ser la mejor manera para acabar con la guerra de Liberia y facilitar la paz en sus alrededores.
"Puede que no satisfaga a los puristas de un lado y otro, pero no estamos mirando el destino de un hombre sino el de tres millones de personas", dijo el canciller de Ghana, Nana Akufo-Addo.
Cientos de liberianos marcharon por las oscuras calles de la capital y se concentraron frente a la embajada de Estados Unidos en la madrugada de ayer, con la esperanza de que Washington pueda poner fin a su sufrimiento.