WASHINGTON (AP).- El presidente George W. Bush advirtió al líder iraquí Saddam Hussein que se le acaba el tiempo para desarmarse pacíficamente.
Ante la oposición en el Congreso estadounidense y las capitales mundiales, Bush y el primer ministro británico Tony Blair se reunieron el viernes durante dos horas en la Casa Blanca. Sus planes para hacerlo en el retiro presidencial de Camp David, en las montañas de Maryland, tuvieron que ser anulados debido al mal clima.
"Hablarán sobre las acciones que tomarán juntos, en consulta de amigo y aliado, acerca de cómo mantener la presión para que Saddam Hussein se desarme", dijo el viernes el vocero de la Casa Blanca, Ari Fleischer.
El encuentro forma parte de lo que la Casa Blanca dice que será una intensa pero breve ronda diplomática, encaminada cimentar el apoyo a la posición estadounidense en el caso de Saddam. Hasta ahora, Bush se ha centrado en dirigentes ya convencidos de apoyarlo, entre ellos mandando un telefonema el viernes a Vaclav Havel, presidente de la República Checa, y un encuentro la próxima semana con el primer ministro polaco Leszek Miller.
Bush se reunirá el martes con el jeque Hamad bin Isa Al Jalifa, de Bahrain. Esa nación, con sus útiles instalaciones navales, ha sido un aliado estadounidense en el pasado.
En la víspera del encuentro con Blair, funcionarios estadounidenses advirtieron que no hay un plazo fijo para cconcluir las conversaciones con los aliados antes de declarar la guerra.
Pero el plazo de "semanas, no meses", señalado por Bush y sus funcionarios en el curso del día, fue recalcado repetidamente. El vocero del Departamento de Estado, Richard Boucher, dijo que el gobierno piensa en "un par de semanas", lo cual concordaría con el informe que será presentado el 14 de febrero ante el Consejo de Seguridad por los inspectores que buscan material bélico prohibido en Iraq.
Varios funcionarios, que pidieron no ser identificados, dijeron que si Saddam no ha dejado las armas y no hay posibilidades de una salida diplomática cuando sea presentado el informe, es poco probable que Bush tolere más inspecciones de armas.
Una alternativa podría ser buscar una segunda resolución de la ONU que autorice el uso de la fuerza contra Iraq o lo declare en violación de la versión anterior que permitió el regreso de los inspectores al país.