NÁUSEA, no puedo describir de otro modo lo que me produce la presencia de George W. Bush como dueño del mundo y, claro, a todas horas en TV. Es algo que sin duda sienten también millones de terrícolas y me es imposible entender que otros no se percaten de que estamos en presencia de otro Hitler, de otro Anticristo, dirían los que son teólogos.
PADRE E HIJO tienen una vocación de genocidas impresionante. Una rápida mirada a la historia reciente lo prueba. Sin olvidar al abuelo Prescott Bush, mencionado aquí como aliado de los nazis a través de su banco Union Banking Corporation, George Bush “Papa Doc”, desde que fue director de la CIA hasta la primera guerra familiar en la presidencia de USA contra su ex amigo Saddam Hussein al que armó contra Irán, al que alentó a invadir Kuwait a través de su embajadora, demostró siempre su vocación genocida de diversas formas y contra muchos países y pueblos, empezando por el gringo al que hoy su hijo le roba la libertad real para dársela a las papas fritas.
A Papa Doc se debe el problema de la generación “crack”, millones de pobres personas inducidas al consumo de cocaína barata, pero muy dañina, según la revista de Chicago, Revolutionary Worker (Obrero Revolucionario), que en su número 873, del 15 de septiembre 1996 publicó: “El reportero Gary Webb del periódico Mercury News de San José, California, ha destapado que agentes de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) vendieron toneladas de cocaína en Estados Unidos durante esos años (la guerra sucia contra Nicaragua) para pasarle las ganancias a la Contra, el ejército mercenario de Nicaragua organizado y manejado por la CIA. El informe de Webb destapa los nombres de los hombres de la Contra que compraban toneladas de cocaína a los narcos de Colombia y la repartían a redes de distribución en Estados Unidos. Documenta que líderes de la Contra se reunieron con un alto agente de la CIA antes de empezar la operación. Revela que la fuerza aérea del gobierno salvadoreño llevaba la cocaína a campos de aterrizaje de Texas. Detalla cómo llegó un río de cocaína barata a las calles de los ghettos, primero en Los Ángeles y luego por todas partes. Y por último, documenta los colosales esfuerzos del gobierno estadounidense por proteger esas operaciones”.
Y hoy, olvidando esa historia así como el largo apoyo gringo a su propio tirano Somoza, Nicaragua vota por la nueva e inicua guerra contra Iraq del hijo de su verdugo. En cambio, no es raro que El Salvador también, por lo que vemos.... En cuanto a Colombia pues pobre: Hoy tiene tropas gringas en su territorio y aunque no olvida que USA en uno de sus reacomodos del mapa mundial a su conveniencia, le quitó su provincia de Panamá, declara su apoyo al nuevo Hitler invasor que va a “liberar” Iraq igual pero peor que el gobierno gringo que “liberó” a Viet Nam, hundiendo a toda una generación de estadounidenses precisamente en la heroína que repartía a sus propios soldados en la selva asiática. Y hablando de Panamá nunca se elucidó porqué George Bush Sr., en 1989 para “liberar” de Noriega al país istmo mató a seis mil civiles. ¿Y la pequeña Granada, también su víctima? Etc. Cuente el lector las invasiones a Latinoamérica.
México estuvo a punto de quedar en esta ignominiosa listita de apoyadores del genocidio que viene, diría López Dóriga. Menos mal que Fox, ante la presión popular, hasta de la Iglesia Católica, “decidió”, a última hora y con un discurso timorato, que no apoyaría el nuevo genocidio de su cuate. Hoy hasta el PRD llama a la unidad de los mexicanos en torno al Presidente. De acuerdo, pero no es que haya realizado ninguna proeza ni que nos olvidemos de su larga ambigüedad. Su discurso mismo de rechazo a la guerra fue blandengue y estuvo de más la pleitesía a USA, al UK y a la Madre Patria, en tales manos.
EL ACTA DE ESCLAVITUD DEL MUNDO es lo que firman con sus apoyos a Bush los pocos países que lo acompañan en base a lo que sea: Miedo, intereses comerciales, fronteras, ambiciones de repartirse el pastel, ilusión de quedar bien ubicado en el nuevo imperio mundial que pretende establecer el Hitler II. Y ¿qué rayos tiene Dinamarca que apoyar el genocidio? ¿Y el primer ministro de Japón? En otros tiempos un japonés elementalmente decente se hubiera hecho el harakiri antes que arrodillarse ante un individuo como George W., por más que esté dolarizado el Japón. Del siniestro Berlusconi, ¿qué esperar ? También ahí Mussolini lo hizo mejor. Con Blair la náusea me aumenta. De mister Rebuznar, ni hablar. Ni Franco fue tan rastrero con el primer Hitler, como este faldero con el actual. Y hablando de estos dos últimos países ¿para qué sirven sus Reyes? Por lo visto son sólo decorativos y ni tanto. Desde que mataron a la princesa Diana, no queda nadie bonito en la familia real inglesa. En cuanto a la española, pues los Borbones hispanos no son precisamente muy guapos. ¿Cuánto le cuestan a sus pueblos? A ver si el nuevo Orden “libera” a Inglaterra y a España de esos inútiles. Por otra parte...
VIVE LA FRANCE, aunque la “libre” TV gringa no pase los discursos de Chirac, aunque los ignorantes generalotes halcones y el matamexicanos gobernador de Arizona lancen campañas idiotas.
Y ¡Salud! a los INTELECTUALES GRINGOS y a LAS ACTRICES Y LOS ACTORES de Hollywood que hoy como antes se oponen a esas vergüenzas de su país como los McCarthy y los Bush.
EL OTRO GENOCIDIO VIGENTE no es nuevo. Lo tolera la ONU desde hace años y pocos protestan. Una gringa justa y valiente es la primera manifestante internacional que muere triturada por la maquinaria israelí. Se paró frente a una aplanadora que debía arrasar una construcción palestina “de terroristas”, creyendo poder detener la barbarie. No la vieron, dicen los soldados judíos. La noticia es del campamento Nusseirat, Franja de Gaza. ¿La defenderá su presidente? ¿”Liberará” George W. al mundo de su amigo también genocida Ariel Sharon, con todo y sus bombas atómicas, esas sí legales? www.manu-dornbierer.com.mx