WASHINGTON, (Reuters) - En un estudio que revela aún más que "uno es lo que come", científicos estadounidenses dijeron que habían cambiado el color del pelo de ratones recién nacidos simplemente por alterar la dieta de su madre.
El estudio revela que los nutrientes comunes pueden influir en qué genes se activan o se desactivan en un feto, y ayuda a explicar algunos de los factores que deciden qué genes se expresan y cuales permanecen silenciosos.
En la revista Molecular and Cellular Biology, los científicos del Centro Médico de la Universidad Duke dijeron que habían cambiado el color del pelo de ratones bebés al alimentar a las madres embarazadas con suplementos, ya sea de vitamina B12, ácido fólico, colina (sustancia química presente en la vitamina B) y betaína (tipo de alcaloide obtenido de la remolacha).
Las roedoras gestantes que recibieron los cuatro suplementos alimentarios tuvieron crías predominantemente con pelo café. Las no alimentadas con los suplementos tuvieron crías sobre todo con pelo amarillo.
El estudio detallado reveló que los nutrientes adicionales inactivaron la expresión de un gen llamado Agouti, que afecta el color del cabello.
"Hace tiempo sabemos que la nutrición materna impacta profundamente la susceptibilidad a las enfermedades en la descendencia, pero nunca habiamos comprendido el vínculo de la causa y el efecto", dijo Randy Jirtle, un profesor de oncología de radiación en Duke quien dirigió el estudio.
"Por primera vez hasta ahora, hemos demostrado precisamente cómo el suplemento nutricional que se aporta a la madre puede alterar permanentemente sólo la expresión de los genes en su desecendencia sin alterar los genes mismos", explicó en un comunicado.
Los hallazgos no se han demostrado en humanos, pero los investigadores piensan que hay mucho apoyo científico para la idea de que la nutrición puede afectar la expresión genética en las personas.