Miami (EEUU), (EFE).- Un jurado de Florida recomendó cadena perpetua para un hombre hallado culpable de enviar a su ex esposa una bomba como si fuera un regalo de Navidad, que al ser abierto explosionó y ocasionó la muerte a la mujer.
William Joe Jarvis, de 42 años, fue declarado culpable el pasado 10 de octubre de un cargo de asesinato en primer grado por la muerte de Lillian Jarvis, de 44 años, ocurrida en enero de 2001.
El acusado sostuvo su inocencia durante el juicio de dos semanas.
Tras dos horas de deliberaciones en un tribunal de Jacksonville, en el norte del estado, los miembros del jurado sugirieron al juez Waddell Wallace que condene a Jarvis a cadena perpetua sin posibilidad de obtener libertad condicional.
Durante la audiencia, el fiscal Jay Taylor dijo al jurado que debería proponer la pena de muerte porque el atentado fue con premeditación para obtener un beneficio financiero y tenía potencial para matar a otras personas que estaban cerca de la víctima.
Richard Sellinger, abogado de Jarvis, pidió clemencia al jurado, argumentó que su cliente no tenía antecedentes criminales y que no era una mala persona como son muchos asesinos.
De acuerdo con un informe policial, la bomba estaba en una caja envuelta como un regalo de Navidad, que fue colocada en la puerta de la casa donde vivía la mujer con sus padres y hermanos, en Jacksonville.
Lillian Jarvis recogió el paquete y al abrirlo en el baño, explotó y le causó la muerte e hirió a su madre y a un amigo.
Detectives asignados al caso hablaron con la hija de 15 años del acusado, quien dijo que temía a su padre por las amenazas que éste supuestamente hacía a la ex esposa que había pedido una orden de restricción contra él.
Asimismo, un amigo del acusado informó de que el hombre hizo alarde de que su ex esposa no viviría para cobrar la pensión alimenticia.
Tras el divorcio, a Jarvis se le ordenó pagar a su ex esposa más de 44.000 dólares y 1.900 dólares para la manutención de la hija de ambos.