México, DF.- La paridad peso-dólar alcanzó ayer su máximo nivel del año, para cerrar en 11.28 pesos, ante las presiones del mercado luego de la disminución en las estimaciones de crecimiento económico y la menor calificación para la deuda de Petróleos Mexicanos.
En ventanillas de Banamex, llegó a 11.28 pesos, lo que implicó un aumento de 22 centavos en comparación con el cierre del día anterior.
A su vez, el tipo interbancario observó un alza de 19 centavos al venderse en 11.19 pesos, luego de que la víspera cerrara en 11 pesos.
A decir de los especialistas, el mercado cambiario estuvo presionado por una fuerte compra de dólares por parte de los grandes corporativos tras la reducción en las expectativas de crecimiento, por parte de la secretaría de Hacienda.
Para el subgobernador del Banco de México, Everardo Elizondo, esta variación no es ?una cosa extraordinaria?, pues ya ha alcanzado esos niveles, además de que depende de las fuerzas del mercado.
También ayer, la bolsa mexicana cerró con una pérdida de 2.03 por ciento, afectada por una toma de utilidades y descensos en las acciones de alta liquidez, como la cementera Cemex, cuyos valores tuvieron la mayor caída porcentual durante la jornada bursátil.
El índice IPC .MXX>, que enlista a las acciones más líquidas del mercado mexicano, cayó 161,38 puntos para finalizar en las 7.775,80 unidades.
?Observamos un movimiento de baja inducido principalmente por las acciones líderes de los sectores de construcción, comercio y telecomunicaciones?, dijo José Gómez, analista de Value Casa de Bolsa.
?Estamos viendo mucha volatilidad en el mercado en estos días. Ayer tuvo una muy buena alza y hoy vemos la parte opuesta, donde también se dio una toma de utilidades?, agregó el especialista.
Y finalmente, la percepción de los mexicanos en torno a la situación de la economía sigue en deterioro, pues durante septiembre, el Índice de Confianza de los Consumidores se ubicó en 97.2 puntos, 5.7 por ciento por debajo del nivel que registró en el mismo mes de 2002.
Con esta baja son ya siete meses consecutivos con contracción en este indicador. El pesimismo de los consumidores sobre la economía ha crecido en los últimos meses, en un entorno en el que el desempleo se ha disparado, por el estancamiento en la actividad productiva.
Las mismas autoridades financieras y analistas han revisado a la baja sus perspectivas de crecimiento económico para el presente año.