28 de noviembre de 2003
Roma, (EFE).- La puesta al descubierto de una célula que reclutaba kamikazes en Milán y el norte de Italia para cometer atentados en Iraq ha dado un vuelco a las investigaciones sobre el terrorismo de matriz islámica que desde hace más de un año se llevan a cabo en este país.
El juez Guido Salvi ha firmado cinco órdenes de arresto, de los que hoy se han efectuado tres, los de un marroquí, un argelino y un tunecino, aunque el ministro del Interior, Giuseppe Pisanu, no excluye más detenciones, ya que la operación sigue abierta.
La Policía alemana arrestó esta mañana en Hamburgo al supuesto cerebro de la célula, el argelino Mhjoub Abderrazak, que vive en Alemania legalmente desde 1999 tras casarse con una ciudadana alemana y al que se seguía la pista desde hace tiempo.
Abderrazak ya había sido detenido el pasado 25 de julio en la misma ciudad Hamburgo y puesto en libertad un mes después, al no haberse podido probar la acusación que pesaba sobre él de planear atentados en la Costa del Sol, al sureste de España.
A este activista, conocido como el "jeque", le consideran los investigadores italianos un personaje relevante del grupo Al Tahwid, organización cercana a Al Qaeda dirigida por el emir Abu Musab Al Zarkawi.
Los otros detenidos son el tunecino Bouyahaia Ben Abdelaziz, de 32 años, y el marroquí Housni Jamal, de 20 años.
La orden de arresto no se había podido hacer efectiva hoy contra la tunecina Farida Bentiwa Ben Bechir, de 42 años, y el iraquí Mohamed Majid, alias Mullah Fouad, jefe de un campo de entrenamiento en Siria, donde se "preparaba" a los "mártires" captados en Milán.
En las 150 páginas de la orden de detención, el juez señala que los elegidos por la célula completaban su entrenamiento en Siria, pero también en Turquía.
Según los servicios secretos italianos, al menos cinco kamikazes provenientes de Italia se han inmolado en Irak, entre ellos un tunecino llamado Rihani Lofti y un marroquí identificado como Morchidi Kamal.
A este último se le atribuye el atentado con coche bomba cometido en octubre pasado contra el hotel Rashid de Bagdad, donde se encontraba en ese momento el subsecretario de Defensa estadounidense Paul Wolfowitz.
El espionaje italiano ha identificado a estos kamikazes tras seguir su pista a raíz de diversas comunicaciones interceptadas en el norte de Italia, algunas de las cuales publica el semanario Panorama en la edición que se puso hoy a la venta.
A las cinco órdenes de arresto dictadas por el juez se suma la detención e ingreso en prisión al comienzo de esta semana del tunecino Ben Ali Toumi, acusado de abastecer a la célula de documentos falsos.
Esta detención parece que fue clave para la posterior operación, que fue filtrada a la prensa cuando aún estaba en marcha, por lo que la Fiscalía ha abierto una investigación.
La Policía considera que con la puesta al descubierto de esta trama para reclutar kamikazes se da un importante paso adelante en las investigaciones que desde hace mas de un año se llevan a cabo en Italia sobre los grupos integristas islámicos.
El ministro Giuseppe Pisanu subrayó este hecho y recordó que desde enero pasado han sido detenidas en Italia 71 personas relacionadas con el terrorismo de esta matriz.
No obstante, las acusaciones difundidas hasta ahora se circunscribían en su mayor parte a la recogida de fondos entre las comunidades que gravitan en torno a las mezquitas o a la ayuda logística, como la provisión de refugios temporales y documentos.
En estas pesquisas ha sido clave, según fuentes de la lucha antiterrorista, la colaboración con las autoridades de Alemania, donde está abierta la única investigación europea sobre los atentados del 11 de septiembre.
La policía en Italia y Alemania han arrestado a tres norafricanos sospechosos de reclutar militantes para llevar a cabo ataques suicidas contra fuerzas de la coalición que invadió Iraq. (AP)