Gómez Palacio, Dgo.- Mediante un operativo realizado en el ejido El Compás, se logró la detención de dos personas relacionadas con el secuestro del comerciante Edgar Ayala Amaya. También están identificados otros tres sujetos: el autor intelectual y los dos ejecutores del plagio.
Lo anterior fue informado por Joaquín Saucedo Flores, subprocurador de Justicia, en una rueda de prensa donde los pormenores del caso estuvieron a cargo de Mario Martínez Álvarez, comandante de la Policía Ministerial y Oscar Menchaca Lara, agente del Ministerio Público.
José Guadalupe Rodríguez Acosta de 33 años, alias “El Gallo”, y Jesús Luna de la Cerda de 46 años, son las personas detenidas por agentes de la Policía Ministerial apoyados por elementos del Grupo Operativo de Reacción Inmediata de la DSPM.
Sobre el primero de los detenidos, Saucedo Flores señaló que es el dueño de una vulcanizadora ubicada la entrada de ejido El Compás. Cuestionado por el motivo de su participación, el detenido dijo: “fue la jodidez en la que vivo”.
Rodríguez Acosta albergó a Edgar Ayala en una humilde finca de su propiedad y dijo que una persona conocida como “Miguel” le prometió de 200 a 300 mil pesos por resguardar al secuestrado.
En cuanto a Luna de la Cerda, se dio a conocer que es el propietario de una yegua utilizada para transportar por espacio de una hora a la víctima del ejido El Compás a terrenos del ejido Hormiguero municipio de Matamoros, Coahuila.
El dueño del animal actuó de buena fe, toda vez que José Guadalupe le dijo que le prestara la yegua para transportar cuatro bultos de semilla, y le prometió que le regalaría uno.
El madrugador operativo policíaco incluyó la detención de varias personas del poblado, originando la movilización de sus familias a las oficinas de la Policía Ministerial.
Con la detención del par de ejidatarios también se logró establecer la identidad de tres sujetos, entre ellos el conocido como “Miguel”, encargado de una cantina, “La Borrega” en el ejido San Felipe.
Faltó comunicación, lo liberan por error
Oscar Menchaca Lara, agente del Ministerio Público, dio a conocer que mediante las declaraciones de la víctima y el dueño de la finca, se presume que la banda de secuestradores carecía de equipo de comunicación y Ayala Amaya fue liberado sin que se pagara por su rescate.
La hipótesis se basa en los hechos registrado el día del pago. Uno de los secuestradores proporcionó un número telefónico, y citó a la familia cerca del Centro Trailero. La presencia de la policía pudo alertar al delincuente y retirase del lugar sin lograr comunicarse con su “casero” en El Compás.
Fue en los primeros minutos del día 16 de enero cuando se recibió la esperada llamada telefónica, indicando que la entrega sería en Guadalupe Victoria. La policía simuló que se retiraba del lugar y estuvieron a la expectativa sobre el Periférico.
José Guadalupe tenía la orden de soltar al secuestrado la madrugada del jueves, alguien llegó a la casa y le dijo que actuara conforme al plan, nadie le informó que el pago de 250 mil pesos y algunas joyas no se concretó.
La astucia del secuestrado fue clave
La serenidad y la astucia de Ayala Amaya fue clave para identificar y desarticular la banda de secuestradores, Mario Martínez Álvarez informó lo anterior y agregó que durante su privación, la víctima agudizó sus sentidos y dejó huellas por todas partes.
Desde que lo subieron al vehículo la noche del martes 14, Edgar estuvo atento a la ruta de los secuestradores que dieron vuelta a la derecha por la avenida Cinco de Mayo, siguieron por el bulevar a Jabonoso y tomaron el entronque rumbo a Francisco I. Madero.
A pesar de tener los ojos cubiertos, el secuestrado tenía un pequeño ángulo de visibilidad, de este modo logró ubicar una imagen religiosa en la finca y el camión de un conjunto musical cuando lo sacaron para su liberación.
Las declaraciones del afectado permiten suponer que la banda de secuestradores carecía de experiencia, pero los diálogos de los participantes dejaron ver que dos actuaban con determinación mientras que los otros estaban muy nerviosos.
Cuando iba a ser liberado, Ayala Amaya estaba vendado y esposado con las manos en la espalda, José Guadalupe lo subió a la yegua e inició el camino, cuando se detenían a descansar, el comerciante marcaba sus botas en la tierra
Traicionado por los nervios, el dueño de la casa no logró quitarle las esposas a Edgar, quien al ser liberado empezó a caminar guiado por unas luces para terminar cerca del ejido Coyote, municipio de Matamoros, Coahuila.
Negación del secuestro fue estrategia
Joaquín Saucedo informó que el pasado jueves, el procurador Luis Celis Porras optó por manejar la versión del robo con violencia con la intención de no entorpecer las investigaciones del secuestro. “Con los avances del caso se logró confirmar el delito”, dijo el funcionario estatal.
Ahora el Ministerio Público se dará a la tarea de integrar la averiguación previa por el delito de secuestro y delincuencia organizada. Por la gravedad de la fechoría es posible que se soliciten al Juez Penal 48 horas más tomando en cuenta la flagrancia del ilícito.
En los artículos 279 y 280 del Código de Procedimientos Penales del Estado de Durango se habla de la privación ilegal de la libertad que se traduce como secuestro. De no lograse la detención del resto de la banda, las declaraciones de Rodríguez Acosta permiten consignar con el nombre de los demás maleantes.
Por último, el subprocurador señaló que la coordinación de todos los departamentos de la Procuraduría General de Justicia del Estado y el apoyo de la Dirección de Seguridad Pública Municipal fueron de vital importancia para esclarecer este secuestro.
Retenido 36 horas
Inicia la pesadilla
El plagio del comerciante frutero duró cerca de 36 horas, sus captores lo liberaron sin cobrar rescate.
Edgar Ayala Amaya de 30 años fue secuestrado la noche del martes 14 de enero en su negocio localizado en el número 1017 de la avenida Madero, de Gómez Palacio, Durango y liberado la madrugada del jueves en las inmediaciones del ejido Coyote, municipio de Matamoros, Coahuila.
Entre las 20:30 y 21:00 horas del martes, llegaron dos sujetos al establecimiento, uno de los asaltantes preguntó por la caja fuerte, la respuesta fue negativa y los atracadores se llevaron al comerciante a bordo de su auto Nissan Almeda 2001, color rojo, placas FYL 1634.
A escasas horas del secuestro uno de los integrantes de la banda hizo varias llamadas desde un teléfono público de Torreón, solicitando el pago de 8 millones de pesos por el rescate.
Alrededor de las 4:30 horas del jueves, sin que realizarse ningún pago, el comerciante de fruta fue liberado en las inmediaciones de la carretera en el ejido Coyote del municipio de Matamoros, Coahuila.
Esposado, despojado de su cartera y alrededor de dos mil pesos en efectivo y sin identificar el sitio en que se encontraba, Edgar Ayala llegó hasta la caseta de vigilancia de la empresa “Wrangler”, donde solicitó auxilio y fue trasladado hasta una caseta de policía.
FUENTE: Archivo