Washington, (EFE).- Un componente altamente activo del café, llamado metilopiridinio, contribuiría en la prevención del cáncer de colon, según un artículo que se publicará en el número de noviembre de la revista Journal of Agricultural and Food Chemistry.
"Hasta que se efectúen más estudios nadie sabe exactamente cuánto café se necesita para que tenga un efecto de protección contra el cáncer de colon", explicó Thomas Hoffman, director del Instituto de Química de los Alimentos en la Universidad de Munster, en Alemania.
"Pero nuestro estudio sugiere que tomar café puede ofrecer alguna protección, especialmente si es fuerte", añadió.
El artículo supone una buena noticia para los más de 120 millones de consumidores de café en Estados Unidos, y cientos de millones en el resto del mundo, quienes durante años han estado escuchando variadas advertencias sobre sus efectos nocivos.
De acuerdo con la Asociación Nacional del Café de EEUU, más del 54 por ciento de la población del país toma café todos los días, y gasta un promedio de 165 dólares anuales en esta bebida.
El consumo promedio per cápita en EEUU es de 3,1 tazas por día.
El cáncer de colon es la segunda causa de muerte relacionada con el cáncer en Estados Unidos y la Sociedad Estadounidense del Cáncer calcula que este año unas 57.100 personas morirán por ese mal.
El estudio de la Universidad de Munster y el Centro Alemán de Investigación de Química de Alimentos, en Garching, encontró que el componente antioxidante estimuló, en animales de laboratorio, la actividad de enzimas de fase II que, se cree, protegen contra el cáncer de colon.
El compuesto, llamado metilopiridinio, se encuentra casi exclusivamente en el café y sus derivados, pero no está presente en cantidades significativas en otros alimentos y bebidas, indicó Hoffman.
El metilopiridinio no se encuentra en los granos de café, sino que se forma durante el proceso de tostado, a partir de su precursor, el alcaloide tóxico trigonelina, común en los granos del café crudos.
Ese compuesto se encuentra tanto en el café regular como el descafeinado y aún el instantáneo, sostuvo Hoffman.
Los científicos han supuesto por bastante tiempo que había un vínculo entre el café y la prevención del cáncer, pero éste es el primer estudio dedicado a probar esa relación, y para llevarlo a cabo Hoffman y sus colegas usaron café tostado, descafeinado, de Colombia.
Luego expusieron durante tres días preparaciones de células intestinales humanas a extractos especialmente preparados del café, y compararon los resultados con células que no fueron expuestas al café.
Llegaron a la conclusión de que los extractos de café habían estimulado sustancialmente los niveles de actividad de las enzimas de fase II, y que la actividad era proporcional a la dosis, cuanta mayor cantidad el estímulo era superior.
Los análisis del extracto mostraron que el compuesto anticancerígeno más activo fue el metilopiridinio.