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Cafe Tacuba lleva su música por buen camino

Agencias

LOS ÁNGELES, EU.- Un día antes del encuentro habían ofrecido una presentación especial para la prensa en un insólito escenario, el Silent Movie Theatre de Los Ángeles, cambiando el blanco y negro de las viejas películas por el colorido de sus extravagantes atuendos, y el solitario piano acústico que suele acompañar las proyecciones por el potente sonido de la batería, el bajo y las guitarras eléctricas.

Y es que, a diferencia de Revés/Yosoy (1999), su anterior producción en términos de composiciones propias, Cuatro caminos, el disco de Café Tacuba que se lanza el primer día de julio, es un álbum plenamente rockero, con creaciones dueñas de un formato que responde al término “canción” en el sentido más tradicional.

“Revés/Yosoy fue algo bastante complejo y sofisticado, y después de hacerlo sentimos ganas de hacer algo mucho más simple, directo y espontáneo”, comenta el vocalista Rubén Albarrán —verdadero nombre del artista de los incansables alias— mientras el equipo de La Vibra, en plena sesión fotográfica, lo traslada a las inmediaciones del hotel hollywoodense donde se encuentra alojado junto a sus compañeros Joselo Rangel (guitarra), Enrique Rangel (bajo) y Emmanuel del Real (teclados y programaciones). “Decidimos no usar una caja de ritmos como lo hemos hecho en todos nuestros discos, sino incorporar a un baterista invitado para darle un sabor humano y más cálido al asunto”.

Pero a no creerse que la adopción de esta estructura ha hecho que los tacubos se vuelvan unos músicos predecibles, porque incluso en los cortes de tendencia más pop del trabajo hay sonidos raros e inusuales, que los enlazan con los destellos bizarros que siempre ha ostentado la banda.

“No uso una afinación alterna en la guitarra, sino que empleo la más común, pero a la hora de juntarnos cada uno aporta algo, y es ahí donde la canción empieza a dar paso a la experimentación”, explica Joselo.

“Es innato en nosotros; aunque a veces se nos ha cruzado por la cabeza retomar algo, siempre terminamos por no repetirnos, por obtener un producto más avanzado que el anterior”.

Lo que sí es cierto es que, a despecho de sus aproximaciones musicales del pasado, lo que el conjunto muestra en Cuatro Caminos está bastante desvinculado de influencias latinas e imbuido en un espíritu de rock indie con ciertos tintes anglosajones.

“Gustamos mucho grupos del llamado ‘art rock’ como Sonic Youth, Mogwai y Tortoise, y aunque sentimos que esa huella estaba ya plasmada en Revés, es probable que el hecho de que ese disco fuera instrumental no hizo que el asunto se volviera tan patente como ahora”, sigue el guitarrista. “Además, aunque el productor general del nuevo álbum ha sido Gustavo Santaolalla, tres de las canciones fueron trabajadas con Dave Fridmann, que ha colaborado con Flaming Lips, Mercury Rev y Mogwai. Habían entonces ganas de ir por allí, pero sin perder nuestro propio sonido”.

Para Enrique, quien en el disco toca por primera vez sin descanso el bajo eléctrico, el hecho de que el grupo haya perdido en esta obra su lado “folclórico” no resulta motivo de preocupación:

“Hay cosas que nos preocupan más, como presentar un material de calidad. Hemos llegado ahora a un lugar que para muchos grupos tal vez sea común, pero para nosotros es un experimento usar un baterista, puras guitarras eléctricas, un bajo también eléctrico y armar las canciones con ese formato.

El mismo bajo ha alcanzado notoriedad ante la presencia de la batería, porque la sección rítmica ocupa un lugar que no había tenido antes; pero el rol de las guitarras eléctricas también es impresionante, ya que no hay tantas jaranas ni guitarras acústicas. En realidad, no nos dimos cuenta de que queríamos llegar a esto hasta el momento mismo de la grabación”.

Cambio de ánimo

En el enérgico tema Tomar el Fresco, los defeños manifiestan una nueva actitud que trasciende el espectro musical para instalarse en una letra que en determinado momento lanza esta frase: “déjennos descansar”.

A primer golpe de audición, parece tratarse de un reclamo ante las exigencias a las que se ha visto sometida la banda debido a la calidad de sus producciones y a las subsiguientes expectativas. “No alude únicamente al grupo, sino también a la manera en que uno asume responsabilidades de todo tipo, ya sea en el trabajo o en las relaciones de pareja”, aclara Joselo, autor de la letra.

“Hay gente que dice que una banda se debe únicamente a sus fans, y en una parte de la canción se habla del año sabático que tomamos, y que nos resultó totalmente necesario y beneficioso”.

Pieles ajenas, creaciones propias

Fuera de la ya declarada posición apolítica del combo, hay que reconocer que el papel de frontman le permite al vocalista sacar a relucir ocasionalmente ciertas facetas de su ideología particular, como sucedió con su anterior encarnación, la del “Gallo Gasss”, con la que se presentó la última vez que ofreció un concierto masivo en Los Ángeles, y que por su peculiar caracterización generó prontamente comparaciones con el atuendo zapatista.

-Claro que el hecho de ser el integrante que más letras escribe le brinda también la oportunidad de expresar sus complejas ideas sobre las relaciones humanas y la religión, como un segmento del disco en el que declara “serás mi esposa, mi hermana, mi madre”, sin que ello tenga aparentemente connotaciones incestuosas. “Nadie termina siendo extraño para mí”, comenta misteriosamente, aunque con la mayor naturalidad posible.

-Dicho estado espiritual tiene quizás que ver con las llamativas camisas de colores y flores que Albarrán luce últimamente, y que según él mismo fueron adquiridas en Tailandia. “Cada uno de nosotros decide por su cuenta cómo vestirse, aunque siempre hemos pensado que (lo que llevamos) es parte de la comunicación con el público, parte del mensaje que mandamos; es evidente que lo que ocurre con tu lenguaje corporal no pasa desapercibido”.

-Sienten vibraciones más positivas: “En Revés los colores no eran precisamente brillantes, sino más bien opacos, y Yosoy era sumamente introvertido. Lo que hemos hecho ahora es salir, hacer algo para afuera, porque no te puedes quedar siempre en la introspección. Todo se debe a una temporada anímica del grupo”.

-Café Tacuba no es un conjunto político, por lo que llama la atención la referencia a la caída de las Torres Gemelas en el tema Encantamiento. “La idea fue reflejar el momento que todos estamos viviendo y utilizarlo de alguna manera para brindar una sensación dentro de la composición”.

-Lo que sí aparece claramente delineado es el amor de pareja, plasmado sobre todo en Eres, una composición creada y cantada por Emmanuel. “Sí, está dedicada a una chava”, afirma el tecladista sin dar más detalles. “Como vivimos muchísimo tiempo juntos, experimentamos cosas que nos permiten llegar al momento de hacer un disco con propuestas que concuerdan sin haber tenido un debate previo, y es por eso que este trabajo tiene un ambiente más festivo que el anterior, lo cual se refleja en las letras”.

FUENTE: Agencias

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