24 julio 2003
Buenos Aires, (Notimex).- La prensa argentina consideró que la reunión entre el presidente argentino Néstor Kirchner y el mandatario estadounidense George W. Bush fue "exitosa" porque se dejaron de lado los temas conflictivos entre los dos países.
Según el diario Clarín, la ausencia de temas conflictivos en la cita de la víspera entre ambos presidentes "fue dirigida a no aparecer como en un 'toma y daca' o un juego de presiones" entre las dos naciones.
Aseguró que los mandatarios priorizaron puntos de interés "por la vía del elogio", como la lucha contra el lavado de dinero y el narcotráfico, el futuro del Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA) y el cumplimiento de los compromisos financieros de Argentina.
"Bush no mencionó ninguno de los temas difíciles para los que Kirchner se había preparado concienzudamente, convencido de que el norteamericano no se andaría con muchos circunloquios a la hora de presentarle alguna demanda", explicó la fuente.
Aclaró que ello no significa que los reclamos de Estados Unidos para que Argentina se involucre en la reconstrucción de Iraq o brinde inmunidades especiales a sus ciudadanos ante la Corte Penal Internacional (CPI) vayan a desaparecer.
"Quedaron y seguirán en los roces de la relación bilateral. Pero sin duda rechazarlos ya no será tan fácil", señaló el diario.
Clarín explicó que Kirchner fue sorprendido por "la seducción" que empleó Bush durante la reunión que se efectuó en uno de los salones de la Casa Blanca.
Agregó que el gobierno argentino en pleno "se volcó a lograr el máximo del encuentro y, sobre todo, a estar listos para lo que pudiera presentarse. Se ensayaron respuestas, silencios, salidas elegantes, mensajes a transmitir, se definieron prioridades".
Lo único para lo que Kirchner no se preparó, reveló la fuente, "fue para ser seducido. Para que el jefe de la Casa Blanca lo ensalzara y le hiciera chistes y gestos amigables para establecer la complicidad entre dos iguales".
La actitud de Bush provocó que la audiencia en la que Kirchner esperaba rendir "un examen de confiabilidad" se transformara en "un ejercicio de autocontrol".
Al principio del encuentro, relató el matutino, Kirchner se mostró a la defensiva, pero el tono conciliador de Bush redujo las resistencias del presidente argentino.
"Los recursos (de Bush) fueron desde el apoyo entusiasta y claro a la necesidad más urgente de Argentina de renegociar su deuda, hasta las zalamerías que no le hubieran movido un pelo al santacruceño si no vinieran -como vinieron- del presidente de Estados Unidos", acotó.
Lo que más le sorprendió a Kirchner, aseguró, fue que Bush manifestara su apoyo a "todas" las medidas del gobierno argentino, a pesar de que revelan una orientación política contraria a la administración estadounidense.
El diario La Nación, por su parte, resaltó que el encuentro se inició con un comentario de Kirchner sobre el origen común que tiene con Bush ya que ambos gobernaron en estados sureños y petroleros.
"Si la objetividad fuera una virtud de los presidentes, podría haberle dicho algo más: tanto Bush como Kirchner son espíritus decididos, que avanzan sin reparar en el acierto o en el error, aunque a veces lo hagan desde posiciones muy diferentes", dijo.
Al acudir a Washington, destacó el diario argentino, Kirchner demostró que su pelea no es con la política sino con los "intereses privados, sean empresarios o sindicalistas, o con los sectores subordinados a su mando, como militares y policías".
Externó que la conversación con Bush fue cordial gracias, en parte, a que Kirchner ya había anticipado una primera y fundamental coincidencia cuando dijo aquí que compartía preocupación por el narcotráfico, el terrorismo y la corrupción.