Para los ciclistas resulta toda una prueba de campo traviesa el transitar por la Juan de Espinoza
TORREÓN, COAH.- El crecimiento de la mancha urbana alrededor del aeropuerto Francisco Sarabia, contrasta con el pésimo estado que guardan arterias como la carretera a Santa Fe, hoy conocida como calzada Juan A. de Espinoza.
Una gran cantidad de fraccionamientos son los que en los últimos años se han estado construyendo en este sector de la ciudad. No obstante, la carpeta asfáltica de la citada rúa sigue deteriorándose con el tiempo.
En el tramo que está entre la carretera Torreón-San Pedro y el Libramiento Periférico, puede observarse, sobre todo al principio, un marcado desgaste.
Uno a uno los baches continúan apareciendo y ensanchándose hasta convertirse en auténticos cráteres. Amplias y abundantes grietas se aprecian a la distancia y ya invaden hasta los parches de asfalto que hace tiempo fueron colocados para tapar algunos pozos.
Los neumáticos y los amortiguadores de automotores son los más castigados al transitar por esta vía. Para los ciclistas resulta toda una prueba de campo traviesa. Algunos de ellos prefieren evitar el riesgo y toman alguna ruta alterna internándose a las colonias cercanas al aeropuerto.
En algunos segmentos el asfalto parece componerse, sin embargo, predomina el mal estado. A las orillas de la carretera, de por sí angosta, el asfalto se vuelve muy irregular, llegando a desaparecer en partes, lo cual obliga a los vehículos a cargarse hacia el centro, muy cerca del límite imaginario de los carriles.
Después de un tramo en mejores condiciones, casi al llegar al crucero con el Libramiento Periférico, la carpeta vuelve a parecer verdadero albergue de meteoritos.
La ausencia de cordonería y señalamientos es una constante en esta novel calzada.
La basura a un lado de la carretera es otra de las características perceptibles. A pesar de que a la altura de la colonia Satélite existen letreros, muy mal hechos, en donde se lee: “Favor de no tirar basura, se multará con... (la cantidad no se entiende)”, los desechos son depositados, incluso, exactamente debajo de los señalamientos, como si estuviera escrito lo contrario.
Bolsas de hule, latas, papeles, carbón, escombro, materia orgánica, entre otros, pueden observarse a lo largo de una buena parte del trayecto.
Para cualquier ciudadano, sobre todo para los que viven cerca de esta cada vez más importante arteria, resulta incómodo transitarla, sea a pie, en bicicleta o en automóvil.
Crucero peligroso
Atravesar el Periférico por la calzada Juan A. de Espinoza, es empresa nada fácil.
Lo angosto del espacio para los carriles de ida y vuelta, la falta de cordonería y delimitación de la rúa, la insuficiencia de señalamientos y el tránsito cada vez mayor y más veloz que se observa en el Libramiento, hace que los peatones, ciclistas y automovilistas, corran riesgos cada vez que intentan cruzar.
El poblamiento de ese sector de la ciudad parece no ir a la par del desarrollo y modernización de las vialidades, al menos para delimitar y conformar el crucero referido.
Los transeúntes y ciclistas atraviesan como pueden. Los vehículos de motor hacen altos prolonga-dos y amagan tanteando la velocidad de los que circulan por el Periférico. Los que desean dar vuelta a su derecha para tomar esta arteria rápida suelen abandonar la carpeta asfáltica para esquivar a los que pretenden seguir de frente.
En la parte central del Libramiento se suelen observar de pronto largas filas de carros esperando cruzar la siguiente mitad o concluir su vuelta en “U”.
Todo lo anterior puede observarse incluso en un domingo.