EL PAÍS
WASHINGTON, EU.- Estados Unidos pedirá al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que vote su proyecto de resolución antes de finales de esta misma semana. Washington estima que ya cuenta con los nueve votos necesarios, y sin duda algunos más, para conseguir una rápida aprobación del texto que afianza su control sobre Iraq. Estados Unidos debía presentar anoche oficialmente un nuevo borrador, tras una ronda de intensas consultas diplomáticas.
La nueva versión, la tercera en los diez últimos días, precisa un poco más el papel del coordinador especial de la ONU, prolonga en seis meses, en vez de cuatro, el programa humanitario petróleo por alimentos y ofrece más garantías de reembolso a los países con deudas pendientes con Iraq. España y el Reino Unido, los otros dos copatrocinadores de la resolución, hubieran preferido seguir negociando con la esperanza de obtener un mayor apoyo en el Consejo de Seguridad, pero Washington decidió forzar la votación para empezar a exportar cuanto antes el petróleo iraquí, almacenado desde hace semanas. EU tampoco quería alargar innecesariamente las discusiones en Naciones Unidas, tras los amargos enfrentamientos que casi acabaron con la institución antes de la guerra.
En esta ocasión apenas ha habido debate. La mayor parte de la negociación se ha llevado a cabo entre las capitales. Tampoco ha habido amenazas de veto. El presidente francés, Jacques Chirac, aseguró ayer que estaría dispuesto a respaldar el texto estadounidense si ampliaba el papel de la ONU. Los rusos, que también opusieron una fuerte resistencia, parecían preparados, si no a votar a favor, al menos a abstenerse, tras haber recibido mayores garantías de reembolso de la cuantiosa deuda que Irak había contraído con Moscú. El resto de los diez miembros no permanentes del Consejo que ayer se reunieron con el embajador británico ante la ONU, Jeremy Greenstock, no hicieron frente común contra Estados Unidos, como antes del conflicto. Países como México y Chile, que entonces no escatimaron sus críticas a la política de guerra preventiva de Washington, tenían previsto aprobar el texto.