Una vez que se ejecute la obra de rectificación del Arroyo Seco terminará el riesgo de inundación que durante los últimos años, durante la temporada de lluvias, mantenía en la zozobra a 11 mil familias que habitan en la zona aledaña al cauce. Además las viviendas, terrenos y ladrilleras que invaden el área federal del canal serán reubicados en algunos casos, y en otro indemnizados, para lo cual se destinarán 10 millones de pesos, aparte de los 35 millones de pesos que contempla el proyecto en su primera etapa a realizarse en el 2003 en una longitud de 4.7 kilómetros.
La obra que se ejecutará este año, que va desde el cruce con la carretera a Mazatlán hasta el puente de La Ferrería, por el bulevar Domingo Arrieta, está considerada como la zona de mayor prioridad, por ser donde se ha presentado en los últimos años el mayor crecimiento de la ciudad de Durango, y que es precisamente el área de influencia en la que se han registrado las inundaciones, según lo comentó Héctor Vela Valenzuela, titular de Secope.
Desde el año pasado el IVED inició el proceso de reubicación de viviendas que se construyeron en la zona del cauce, que es federal. A 10 familias se les dotó de casa en el fraccionamiento Rincón del Amanecer, que se localiza en la colonia Benigno Montoya, y otra no quiso, por lo que se le indemnizará.
Según lo informó el subdirector del Instituto, Jesús García Rodríguez, existen más de 100 invasiones, entre casas, terrenos bardeados y ladrilleras, que tendrán que ser regularizados y retirados por estar en zona federal, además que algunos están en lo que es el canal. El IVED también distribuyó material de construcción a los propietarios de viviendas que tuvieron que derrumbar la parte de sus inmuebles que invadían el arroyo. Sin embargo, aún falta por regularizar a buen número de propiedades, para lo cual se destinarán 10 millones de pesos, por lo que se realizará una evaluación de cada caso en lo particular para tomar la decisión pertinente.
El proyecto técnico de la obra contempla la rectificación y canalización de los 4.7 kilómetros en esta primera etapa, lo que permitirá un gasto que iniciará con 162 metros cúbicos por segundo a 230, con un desnivel total de 65 metros, desde la presa Garabitos hasta 5 kilómetros aguas abajo a la altura del bulevar Domingo Arrieta.
El ancho de la plantilla variable en función del gasto de diseño es de 14 a 21.5 metros; taludes en sus paredes; bordo libre de medio metro. Para la primera etapa se revestirá de concreto una longitud de 1.7 kilómetros, y en una segunda etapa, en que además se realizarían acciones para regular el arroyo Copala, allá en la presa Garabitos, se terminaría con el revestimiento hasta completar los 50.5 millones que contempla el proyecto total, que incluiría una tercera etapa de 5 kilómetros aguas abajo del puente La Ferrería.
Terminará la zozobra
Para las 11 mil familias que habitan en la zona aledaña del Arroyo Seco terminará la zozobra que cada año, durante los meses de julio y agosto en que se presenta la temporada de lluvias, mantenían por el riesgo de inundación a sus viviendas, luego que se ejecute la rectificación y canalización del Arroyo Seco en una longitud de 4.7 kilómetros, que irá del cruce con la salida a Mazatlán hasta el puente de La Ferrería, a la altura del bulevar Domingo Arrieta, obra en la que se invertirán, en una primera etapa que comprende también el revestimiento de concreto de 1.7 kilómetros, 35 millones de pesos del total de 50.5 millones que implica el proyecto hidráulico en el que participan los gobiernos federal y estatal, a través de Conagua y Secope.
Además, antes que se inicien los trabajos de rectificación y canalización, se regularizarán las viviendas, terrenos bardeados y ladrilleras que se ubican en la zona federal del canal. Desde el año pasado el IVED inició el proceso con la reubicación de 10 familias al fraccionamiento Rincón del Amanecer en la colonia Benigno Montoya, además de entregar material a los propietarios de casas que tuvieron que derrumbar parte de sus inmuebles ya que invadían el cauce. Sin embargo, son más de 100 casos los que deberán ser tratados en esta etapa para darles una solución que no obstaculice las obras hidráulicas.
Héctor Vela Valenzuela, titular de Secope, al dar a conocer que en los próximos días iniciará la licitación para asignar la obra hidráulica, señaló que la zona de influencia en los 4.7 kilómetros a canalizar del Arroyo Seco está considerada como la de mayor crecimiento de la ciudad de Durango durante los últimos años, de ahí que los habitantes de las colonias tengan latente el riesgo de inundación por el derrame del agua pluvial que lleva el cauce.
Por su parte Miguel Calderón Arámbula, gerente estatal de Conagua, señaló que la rectificación y revestimiento del canal del Arroyo Seco es una obra que se había postergado por años, pero que ante el crecimiento demográfico de la ciudad se le dio prioridad para terminar con la zozobra de los más de 65 mil habitantes de la zona que en cada temporada de lluvias enfrentaban el riesgo de inundación de sus viviendas y que en agosto del 2003 fue más peligroso.