El tenis continúa sin importar que el período entre los quince y los treintaicinco años haya concluido.
Quizás por ahí nos topemos con personas con las que el tenis después de los treintaicinco años les produce cero satisfacción, caso contrario, ya la hicimos.
El gozo, placer, alegría, júbilo, deleite, regalo de vida, como le quieras llamar, de jugar al deporte blanco debería exclusivamente mejorar con el tiempo.
¿Qué requerimos para lograr la mejora continua? La respuesta es mentalidad y plan de juego.
Me pregunto si la pelota y la raqueta sabe la edad que tenemos. También me pregunto para qué nos obsesionamos por los años que hemos vivido, si es un hecho que está fuera de nuestras manos. Qué acaso la pelota y la raqueta se van a burlar de nosotros. Ya me imagino la conversación: P: Mira al gordito que apenas se puede mover, R: Sí, y ya viste la celulitis de aquella mujer que ya tiene hijas de 20 años; y después tanto pelota como raqueta cantando a coro el éxito de Michael Jackson “Liberen a Willy”, pues están completamente perdidos si piensan así y repito “piensan así”, insisto en tu mentalidad porque no vas a permitir que los años definan identidad.
Mejora continua es lo que te va a hacer seguir adelante para darte cuenta de tus potencialidades.
Ten en mente que nadie envejece simplemente por vivir un cierto número de años; envejecerás cuando abandones tu entusiasmo por aprender.
Si siempre has sido una “papa” en la red, es tiempo de aprender a bolear; si tu revés cortado siempre ha sido defensivo es hora de que se vuelva una arma de ataque constante; si carezco de concentración para fijar la vista en la pelota pues qué estás esperando para comprar literatura para lograr la tan ansiada concentración. Despabílense chavas y chavos mayores de 35, dejen la “cheve”, el Internet, o cualquier actividad que les esté impidiendo ir a la cancha para disfrutar ese deporte que tanto les gusta.
Cuando hayan logrado una mejora en su juego, busquen otro aspecto que les disguste y sigan adelante con su aprendizaje. Vuelvo a insistir, tengan mentalidad flexible porque encerrarse en una sola forma de pensar es limitativo y no constructivo, analicen opciones para que el tenis siga siendo divertido.
Para su plan de juego quizás puedan cambiar el número de horas a la semana que juegan y el número de días, es decir, pueden jugar una hora cinco días a la semana en lugar de tres horas dos veces por semana. Evita sobreesforzarte en la cancha porque ya sabes qué sigue después, errores no forzados y una disminución del disfrute, placer, fruición, diversión, como le quieras llamar.
Da lo mejor de ti ya sea en un partido o en una práctica. Al final, el mayor placer de jugar el tenis después de los treintaicinco se mide en algo diferente a victorias y derrotas, se mide en una mejor valoración del juego. Por ejemplo, el placer de mandar un tiro donde tú quieres o en preparar y terminar un punto a tu gusto o evitar nervios en una muerte súbita empatada a cinco para ganar el set. Esas son emociones que solamente se magnifican con la edad.
Curiosidades del deporte blanco
Sabían ustedes que la norteamericana Martina Navratilova ganó su título de dobles profesional número 170 en abril de este año a los 46 años de edad.
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