Al igual que el tenis español en la rama varonil, que tiene una enorme producción de jugadores, el tenis ruso femenil en la actualidad está inundando las clasificaciones y cuenta ya con ocho jugadoras entre las mejores treinta del mundo.
En las décadas de los setentas y ochentas la jugadora más destacada de Rusia era Olga Morozova, quien llegó a estar entre las mejores diez.
Anna Kournikova ha tenido mucho que ver en este cambio, ya que a pesar de no ser la pionera en este auge porque Elena Likhovtseva y Tatiana Panova ya estaban apareciendo entre las primeras veinte cuando Anna surgió, ella es quien dio la pauta para una generación de jovencitas talentosas.
Varios factores han hecho que el tenis para damas en Rusia sea popular, entre otros podemos citar aquella herencia proveniente de la era soviética que consiste en la igualdad de género en relación al aspecto deportivo y, claro está, el dinero que el tenis profesional ofrece. Esta tendencia data desde los inicios de los ochentas, cuando el tenis se unió a los Juegos Olímpicos, después en Rusia el siguiente salto del tenis concerniente a su posición resultó de un aumento en el gasto por parte del gobierno en programas para desarrollo de jugadores. Los padres respondieron permitiendo que sus niñas y niños de diez años y menores se unieran en este círculo virtuoso. El gran cambio fue que en la época soviética, solamente a dos jugadores de cada género se les permitía unirse al circuito mundial; hoy, cualquiera con las aptitudes suficientes para entrarle, le entra.
La jugadora que mejor ha personificado las recompensas de aquel panorama tan cambiante ha sido Annita Kournikova, ya que a pesar de que haya sido tan criticada por no haber ganado un título en individuales del circuito WTA, es relevante tener en mente que ella fue número uno en juveniles, alcanzó las semifinales ya como profesional en Wimbledon en 1997, se ha ubicado entre las mejores diez y ha conquistado dos títulos de Grand Slam en dobles en Australia en 1999 y 2002. Si no fuera por algunas lesiones, todavía estaría compitiendo a un nivel alto.
La trayectoria de Kournikova les ha dado a las nuevas jovencitas rusas un incentivo, abriéndoles los ojos hacia las oportunidades que el tenis les puede brindar.
Así que hay que familiarizarse con nombres como los de Anastasia Myskina, Vera Zvonareva, Nadia Petrova, Elena Bovina, Elena Dementieva, María Sharapova, Svetlana Kuznetsova, por citar algunos. A pesar de que las hermanas Williams y las belgas Kim Clijsters y Justine Henin-Hardenne actualmente dominan el tenis, no podemos descartar que en cualquier momento alguna tenista rusa dé el gran salto tanto en los torneos como en las clasificaciones.
Curiosidades del deporte blanco
Sabían ustedes que en Rusia no se acostumbraba deleitar el paladar con las piernas de pollo hasta que el ex presidente de Estados Unidos, George Bush padre, las envió a la ex Unión Soviética, donde por consiguiente el pollo con arroz se convirtió en la comida favorita de la Anna Kournikova de aquella época.
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¡Feliz cumpleaños mamá!