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NUEVA YORK.- Por lo menos una persona murió a consecuencia del apagón de Nueva York, donde hubo 60 incendios graves causados por velas durante desde la tarde-noche del jueves, informó ayer el alcalde de la ciudad, Michael Bloomberg.
"A quienes ya se les ha restablecido el servicio de energía les recomendamos que ahorren electricidad, que usen lo menos posible para impedir una recarga de los sistemas", señaló ayer en conferencia de prensa.
Bloomberg no precisó las circunstancias que causaron la muerte de la única víctima ni su identidad, aunque vinculó el fallecimiento con el corte eléctrico.
Dijo que la policía atendió durante toda la noche cientos de llamadas a los teléfonos de emergencia, y que los bomberos sacaron a más de 800 personas que habían quedado atrapadas en ascensores.
"Aunque las bolsas de valores han anunciado que continuarían hoy sus operaciones normales, les recordamos que nada de malo tiene que se tomen libre un día de verano", expresó el funcionario municipal.
En tanto, una explosión sacudió la refinería Marathon Oil, obligando a la evacuación de centenares de residentes de zonas próximas. Funcionarios dijeron que la explosión estuvo relacionada con la interrupción masiva de energía eléctrica en el país.
La explosión de la noche del jueves ocurrió en una de las chimeneas de la planta que liberan los gases producidos en ella, dijo el jefe de bomberos de Melvindale, Sam Pedron.
Señaló que los apagones extendidos que llegaron a partes de Michigan afectaron una bomba en el complejo de 74 hectáreas, que produce gasolina y combustible para aeronaves entre otros. Eso causó la acumulación de presión que finalmente desencadenó la explosión, agregó.
Las autoridades evacuaron más de kilómetro y medio cuadrado alrededor de la planta, al no estar seguros sobre la posibilidad de otra explosión ni de que los gases no fueran tóxicos. Las otras chimeneas del complejo fueron puestas en operación para tratar de extraer el gas y el exceso de humo de las instalaciones.
Pedron explicó que una explosión potente en una de las chimeneas lanzaría trozos de lámina de metal y otros escombros hacia algunas partes habitadas, hasta un radio de unos 16 kilómetros al suroeste de Detroit.