RAMALLAH, CISJORDANIA.- Amneh Mansur, con su hijo recién nacido en brazos, murió cuando un palestino armado disparó al azar durante un secuestro en la ciudad cisjordana de Naplusa.
En Jenin, militantes vinculados al movimiento Fatah del presidente palestino Yasser Arafat, secuestraron este mes al gobernador local durante cinco horas y lo golpearon en público acusándolo de corrupción.
En la Franja de Gaza, grupos armados tomaron el control de algunas zonas y establecieron la ley del revólver.
Casi tres años después de que los palestinos comenzaran una revuelta por su independencia en Cisjordania y la Franja de Gaza, el caos se ha apoderado de sus territorios y existe el riesgo de anarquía en la región.
"Hay un estado caótico aquí, pero todavía no se ha llegado a la anarquía", dijo el analista palestino Ali al-Jirbawi. "Sin embargo, si la situación actual persiste, estaremos camino a la anarquía", agregó.
Arafat ha sido confinado por Israel a su devastado cuartel general en la ciudad cisjordana de Ramallah y sus fuerzas de seguridad están agotadas, mientras la Autoridad Palestina casi se ha desintegrado y su poder en la región se ha debilitado.
Además, la lucha de poderes entre el presidente Arafat y su recién nombrado primer ministro, Mahmoud Abbas, ha polarizado a la sociedad palestina. El una vez poderoso movimiento Fatah, que era el eje del poder de la Autoridad Palestina, se halla dividido.