POR MARTÍN CHÁVEZ CHÁVEZ
EL SIGLO DE TORREÓN
TORREÓN, COAH.- Influyentes, prepotentes, impuntuales, agresivos, todo tipo de automovilistas desfilan por las escuelas públicas y colegios particulares al inicio y fin de clases; se estacionan en doble y hasta triple fila y mientras la gente no colabore prevalecerá esta falta de respeto y los problemas que se ocasionan.
Representantes educativos y de gobierno, reconocen su debilidad ante estos automovilistas que llevan a sus hijos a las escuelas y los dejan a media calle entorpeciendo el tráfico y lo mismo ocurre por la tarde, cuando regresan por ellos. “La mayoría de la gente no entiende, no respeta, así le gusta”, sostienen las autoridades.
Al respecto, Jorge Marcos Jiménez Favela, titular de Tránsito y Vialidad en la Dirección de Seguridad Pública Municipal (DSPM), reconoció la seriedad del problema y consideró que todo es falta de cultura vial y respeto a la comunidad, pero la mayoría no respeta las reglas.
“En las escuelas de nuestros hijos queremos que se respeten los señalamientos, sobre todo que los automovilistas circulen a baja velocidad, pero cuando pasamos por otra escuela, no obedecemos esa regla”, igual “nos enojamos porque se estacionan en doble fila fuera de las escuelas y nosotros lo hacemos cuando llevamos a nuestros hijos”, sostuvo el funcionario.
El titular de Tránsito y Vialidad reconoció que es poco el tiempo que se presenta este problema en las escuelas, pues son 20 minutos de entrada y 20 a la salida, sin embargo, se debe atender pero para ello será sólo contando con la disposición y conciencia de todos.
Este problema se presenta en todas partes y en todo el país y lo único que resta por hacer es un llamado a los automovilistas para que cuando lleven a sus hijos, aunque se paren a una cuadra antes del plantel, acompañen a sus pequeños a la escuela y no den el ejemplo de prepotencia e influyentismo que se brinda al incurrir en este tipo de acciones.
Es triste, pero así nos gusta ser
Juan Carmen Rentería de León, subdirector regional de Servicios Educativos en La Laguna, reconoció que es triste la situación, pues el problema es fácil de resolver y a pesar de ello es el más antiguo y el principal en las escuelas.
No se ha podido atender porque la gente no quiere colaborar y es penoso que ese ejemplo se le dé a los hijos y de manera práctica.
Recordó el caso de una agente de vialidad que se atrevió pedirle a un conductor que moviera su unidad, ya que estaba en doble fila y recibió fuertes regaños por parte del automovilista quien resultó ser un político que la amenazó hasta con destituirla.
Otro caso fue el de una agente de vialidad que le pidió a una señora que quitara su vehículo y permitiera la circulación. La dama que iba ingiriendo un jugo, la roció con el líquido al tiempo que la insultó, así responde mucha gente cuando se le pide respeto a los demás, comentó Rentería de León.
Se les dice, pero no hacen caso
Jaime Méndez Vigatá, presidente de la Asociación Lagunera de Escuelas Particulares Incorporadas (ALEPI), reconoció que muchas veces se les ha hecho el llamado para que respeten, pero no hacen caso. Las personas no toman en cuenta el riesgo que corren sus hijos y por ello es preferible estacionar bien la unidad y caminar con los hijos hasta las puertas del plantel.
Tomando en cuenta el poco interés de los padres, se ha solicitado el apoyo de agentes de vialidad para resolver el problema, aunque en algunos colegios se adoptaron ya medidas, como la colocación de conos antes de llegar a la puerta de acceso.
Por su parte, Julio Rodríguez Sánchez, integrante de la misma asociación, sostuvo que hay directores de colegios que hasta se adueñan de toda la calle y hacen exclusiva la vía pública y recordó la ocasión en que estacionó su auto fuera de un plantel y con resistol le pegaron un escrito que decía que el lugar era exclusivo.
Otros automovilistas no respetan ni siquiera los espacios para minusválidos, son muchos abusos los que se cometen por parte de la gente que con sus actos rechaza la formación de una sociedad mejor, coinciden los entrevistados.