EFE
TIFLIS, GEORGIA.- El presidente de Georgia, Eduard Shevardnadze, declaró ayer el estado de excepción por 30 días en este país del Cáucaso tras el asalto por cientos de opositores del Parlamento de la República, donde se elegía al nuevo Legislativo.
“Me veo obligado a declarar en el país el estado de excepción. Si ahora muestro debilidad, el pueblo no me perdonará”, aseguró el presidente georgiano en su mensaje radiado a la nación.
Según Shevardnadze, para restablecer el orden serán empleados los efectivos del ministerio de Defensa además de la Policía.
“El orden será restablecido y los criminales detenidos y castigados”, advirtió el presidente georgiano.
Por su parte, el ministro del Interior, Koba Nartsemashvili, aseguró que espera la orden firmada obre la declaración del estado de excepción para “tomar todas las medidas a fin de restablecer el orden”.
En un comunicado anterior, el servicio de prensa presidencial había calificado el asalto al Parlamento como “un golpe de Estado armado”.
Al menos ocho personas resultaron heridas en los choques entre opositores y partidarios de Shevardnadze.
Mientras, en las afueras del Parlamento, en el centro de Tiflis, cerca de 50 mil manifestantes piden la salida del poder de Shevardnadze y la celebración de elecciones presidenciales anticipadas.
Los opositores rechazan los resultados de los comicios parlamentarios del pasado dos de noviembre, denunciados por fraude y falsificación dentro y fuera del país.
En los medios de prensa georgianos continúa la confusión sobre el paradero de Shevardnadze, a quien algunos localizan en una base militar a veinte kilómetros de Tiflis, custodiada por tropas especiales entrenadas por instructores norteamericanos, mientras otros datos señalan que está aún en la capital georgiana.
El Presidente georgiano pudo abandonar la sala del Parlamento protegido por sus guardaespaldas, cuando poco después de iniciarse la ceremonia de apertura del nuevo ciclo parlamentario cientos de seguidores de la oposición irrumpieron y se enfrentaron con los diputados oficialistas.
Los centenares de policías que rodeaban tanto el Parlamento como la residencia del Presidente dejaron pasar sin recurrir a la fuerza a la oleada de opositores, quienes rompieron todos los cordones de seguridad.
Entretanto, la presidenta del Parlamento saliente de Georgia y una de los líderes de la oposición, Ninó Burdzhanadze, anunció que asume la jefatura del Estado debido a la “imposibilidad de confirmar la capacidad de Eduard Shevardnadze de cumplir sus funciones”.
“Como no sabemos si Shevardnadze está en condiciones de trabajar y si puede cumplir sus funciones, yo, como presidente del Parlamento, asumo las funciones de jefe de Estado de acuerdo con la Constitución”, dijo Burdzhanadze a la prensa.
Burdhzanadze era hasta ayer presidenta del Parlamento que en esta jornada debía terminar su mandato para que lo asuma el nuevo, cuyos poderes la oposición no reconoce por considerar falsificados los resultados de los comicios.
De acuerdo con la Constitución de Georgia, en caso de incapacidad del Presidente del país, asume la jefatura de estado el presidente del Parlamento, con un plazo de 45 días para celebrar elecciones.
Burdzhanadze hizo un llamamiento al Ejército y a la Policía para que apoye esta “revolución de terciopelo”, en similitud con lo ocurrido en Checoslovaquia en 1989.