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BUENOS AIRES, Argentina.- La policía argentina detuvo ayer a dos ex jefes de la desaparecida organización guerrillera Montoneros en una causa que investiga la muerte de una veintena de militantes de ese grupo.
En tanto, la justicia pidió a Interpol la detención de un tercer ex dirigente guerrillero que se encuentra en España.
Por orden del juez federal Claudio Bonadío quedaron detenidos Fernando Vaca Narvaja y Roberto Perdía, líderes de Montoneros, a los que se acusa de haber facilitado que miembros de su grupo cayeran a manos de la dictadura.
Para el caso del dirigente montonero Mario Firmenich, que se encuentra radicado en Barcelona, Bonadío hizo el pedido a Interpol. La investigación de Bonadío trata de establecer las circunstancias que rodearon al secuestro y la posterior desaparición de 22 miembros de Montoneros que integraban las llamadas Tropas Especiales de Infantería.
Todos fueron apresados al regresar clandestinamente del exilio en 1980 para emprender una “contraofensiva” al régimen de facto durante el cual desaparecieron unas 30,000 personas, según grupos de derechos humanos.
Los insurgentes fueron capturados apenas pisaron suelo argentino, sometidos a torturas y luego ejecutados sumariamente.
En su resolución, Bonadío indicó que “existe un grado de sospecha de que en el secuestro, privación ilegal de la libertad, posterior desaparición forzada y homicidio habrían tenido responsabilidad los integrantes de la conducción nacional” de Montoneros.
El movimiento guerrillero Montoneros, una escisión de la Juventud Peronista, nació en la década del setenta durante el último gobierno de Juan Perón.
Diferencias internas hicieron que sus miembros se volcaran hacia ideales izquierdistas y tomaran las armas cuando, tras la muerte de Perón en 1974, su viuda María Estela Martínez asumió el poder.
Tras el golpe de Estado de marzo de 1976 el grupo fue diezmado por las fuerzas armadas y la mayoría de sus líderes debieron exiliarse.
En enero, la Cámara Federal confirmó un procesamiento que había dictado Bonadío contra 12 ex represores —entre ellos el ex jefe del Ejército, Guillermo Suárez Mason— por asociación ilícita, privación ilegítima de la libertad, homicidio agravado, tormentos y reducción a la servidumbre de los montoneros durante la dictadura de 1976 a 1983.
El arresto de Vaca Narvaja y Perdía se produce en momentos en que se encuentran detenidos en Buenos Aires 42 ex represores por pedido del juez español Baltasar Garzón, que busca juzgar en su país a los ex represores por los delitos de genocidio, tortura y terrorismo contra ciudadanos españoles residentes en Argentina durante la dictadura.