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Bogotá, Colombia.- Las autoridades locales capturaron al jefe de un frente de las rebeldes Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), Luis Álvaro Pardo, gracias a la colaboración de un guerrillero que desertó de la organización insurgente.
La captura de Pardo, comandante del frente "Jacobo Arenas" de las FARC, fue posible a la información que entregó el indígena Cruz Velaoney Velas Coyo, de 26 años, quien estaba vinculado al grupo rebelde desde hace cinco años.
Según el reporte de la policía, el indígena desertó porque no compartía la filosofía violenta de las FARC y entregó las armas en el municipio de Belalcázar, departamento del Cauca, en el suroccidente del territorio nacional.
El gobierno del presidente colombiano Álvaro Uribe Vélez impulsa una estrategia dirigida a promover la deserción de guerrilleros, con un plan de reinserción a la vida civil una vez que entreguen las armas a las autoridades.
En los diez meses que va del mandato de Uribe Vélez, el número de guerrilleros que han entregado las armas sobrepasa la cifra de los mil 400 hombres, de acuerdo a cifras oficiales.
Entregan a niños combatientes
Una importante facción paramilitar de Colombia que mantiene un diálogo de paz con el gobierno, entregó ayer a 40 menores de edad que hacían parte de su organización como combatientes, en un gesto de buena voluntad, previo al inicio de una negociación formal.
El gobierno informó que la entrega de los menores por parte del Bloque Central Bolívar (BCB) -paramilitares de ultraderecha que combaten a los guerrilleros- se hizo ante una comisión integrada por funcionarios de organismos gubernamentales encargados de la protección de la niñez y del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).
Es el primer hecho concreto de paz por parte de los paramilitares desde que declararon un cese el fuego en diciembre e iniciaron diálogos exploratorios con el gobierno del presidente Álvaro Uribe, en los que se busca la desmovilización de los combatientes de esos ilegales grupos.