GÓMEZ PALACIO, DGO.- Ayer en el camino de terracería situado junto al canal de Sacramento de esta ciudad, la comunidad tarahumara realizó una demostración de sus habilidades dentro del deporte, misma a la cual se dio cita un buen número de sus integrantes, quienes habitan en los albergues que para ello se tiene en la colonia Ampliación Santa Rosa, situada a espaldas de la Central Camionera.
Durante la jornada efectuada ayer, las pequeñas dieron una demostración del Arihueta (juego del aro y la vara), consistente en que mientras corren, las jugadoras habrán de recoger un aro con la vara para después lanzarlo por el aire, turnándose esta operación entre todas las jugadoras, siendo derrotadas aquéllas que pierdan el aro o que lo tomen con la mano.
Esta actividad, en su natal Chihuahua se realiza a campo traviesa y recorriendo varios kilómetros sobre todo tipo de terreno, lo cual lo hace mucho más intenso y difícil.
Los niños por su parte, participaron el juego de bola (rarajipa), consistente en recorrer también grandes distancias, pateando con el empeine una bola de madera fabricada a base de encino o nogal, superando así cualquier tipo de obstáculos que puedan encontrar en el camino, pierde aquél que no pueda mantener el control sobre la bola.
Los adultos también fueron parte del juego de bola, el cual fue disfrutado por todas sus familias, reunidas especialmente para disfrutar de estas actividades deportivas propias de su cultura y modo de vida.
De acuerdo a la tradición, en estos juegos suelen hacerse apuestas, las cuales por lo general son en especie, y concretamente en lo que se refiere a prendas de vestir o fajas que los tarahumaras utilizan como parte de su indumentaria.
Los ganadores de los distintos juegos, se llevan como premio una buena cantidad de prendas de vestir, mismas que son fabricadas manualmente por la propia comunidad con ese fin específico.
José Quiñones, responsable de uno de estos centros donde se alberga a las familias tarahumaras, informó que esta es la primera ocasión que se organizan estos juegos en la Comarca Lagunera, cuya intención es dar a conocer a la comunidad de esta región algunas de sus tradiciones, las cuales han pasado por muchas generaciones, manteniéndose en esencia iguales.
Desde hace una buena cantidad de años, los tarahumaras acostumbran viajar a la Comarca Lagunera con la finalidad de pasar los meses más fríos de la temporada en un clima más benigno, de ahí que desde el mes de octubre empiezan a llegar familias completas hasta superar las ochenta, para dar así un total de más de 220 personas, las cuales encuentran refugio en esta ciudad.
José Feliciano Espino, integrante y representante de este grupo de tarahumaras, dijo que estas familias emigran de la sierra durante algunos meses debido a que en ella se acaba toda posibilidad de producir en la tierra, ello ante la llegada del clima frío, el cual suele resultar muy extremoso, a tal grado que es preferible buscar otras alternativas de vida en este tiempo.
Ya en esta región, acostumbran vender entre la ciudadanía canastos elaborados a base de palma o diferentes tés, extraídos de las plantas silvestres de la sierra, los cuales son utilizados para tratar diferentes padecimientos, teniendo una buena aceptación entre la comunidad.
Feliciano Espino dijo que a diferencia de otras etnias, los Tarahumaras no suelen pedir dinero, sino que prefieren comercializar diferentes productos, cuyo dinero luego se traduce en alimentos que son trasladados hasta la sierra de Chihuahua, donde son aprovechados por sus familias durante los siguientes meses del año.
José Quiñones por su parte, manifestó que estos grupos requieren de ayuda por parte de la comunidad lagunera, la cual desde hace años han atendido el llamado, de tal modo que aquellas personas que decidan aportar algo en favor de la causa de esta comunidad chihuahuense, pueden acudir al domicilio ubicado en avenida José Rebollo Acosta No. 70 de la colonia Central, así como al propio albergue, situado en calle Paseo No. 363 de la Ampliación Santa Rosa, proporcionándose mayores informes al teléfono 7-19-18-03.
Destacó que en su gran mayoría, la ayuda que se les entrega se traslada a las comunidades más alejadas de la entidad chihuahuense, las que se sitúan en la parte alta de la sierra, donde numerosas familias ya la esperan para poder subsistir en los próximos meses.
Los donativos se pueden hacer en ropa, calzado, alimentos y hasta material de construcción, ya que se hace necesaria la construcción de cuartos en el albergue, por lo que también se recibe block, ladrillo, cemento, varilla, lámina, madera, entre otros artículos que puedan ser utilizados para mejorar las condiciones de vida en este refugio.